"y si me das una oportunidad?"

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Kise amaneció en la cama del menor sonriendo al verlo a su lado, sin lamentar nada de lo que ocurrió aquella noche desenfrenada, sin querer pensar o si quiera recordar el sentimiento con el que lo hizo.

Kuroko abrió sus ojos despacio al sentir que le miraban encontrándose con los ojos dorados del rubio.
-buenos días Kurokocchi- le saluda con una dulce voz.
-Buenos días... Siento mucho...lo de ayer...-
-no te disculpes, no es como si me hubieras obligado- le dice con una sonrisa algo melancólica.

Kuroko se corrió un poco más hacia el cuerpo del chico con la mirada clavada en las manos del contrario viendo lo delicadas que eran y a la vez fuertes recordando la rudeza de las del pelirrojo dejando caer una mínima lágrima conteniendo las que le seguían.
Kise lo notó, pero no quiso hacerlo sentir peor ya que ese era el último pequeño llanto de su corazón maltratado que quería salir, sólo pensó que debía apoyarlo, lleva con su mano a apoyar la cabeza del menor más en su pecho abrazándolo fuerte cuando se hace audible el leve llanto de Kuroko, emociones que le costaba transmitir en ese momento, brotaban como si fuera de lo usual.
A medio día Kuroko se había quedado solo en casa, no fue a la escuela por miedo a romper en llanto ante el pelirrojo; a su contrario, Kise no se procuraba por toparse con el moreno ya nunca iba a ver a la escuela, el siempre era quien iba a visitar.

Takao durante las clases veía que faltaba la chispa en la mirada del rubio lo que le preocupaba bastante. Fue a su puesto disimuladamente acercándose a Kise.
-oye, qué ocurre contigo? Te sientes mal?-
-no es nada...voy a dormir un esto a la enfermería.- estaban en medio del recreo cuando parte al lugar. Una pequeña sala de blanco con cortina y un par de camillas donde se recostó en una cubriéndose hasta la cabeza para cerrar sus ojos y esperar a quedarse dormido, y esto siguió así por una semana, semana en que Kuroko no se apareció, y Kise dormía y permanecía inactivo como nunca.
Un día. Kagami fue a la escuela del rubio a preguntar por Kuroko ya que iba a su casa pero no le habría la puerta a nadie y creía que este podía saber algo.
Kise iba saliendo, encontrándose con el nombrado que le saludó mientras se acercaba.

-Kise, has sabido algo sobre Kuroko?-
-a qué te refieres?-
-veras, a faltado toda la semana y no me abre la puerta, me tiene preocupado.-
-cielos... Puede ser grave.- se dijo rápido algo asustado por el bajo.
-por qué lo dioses?-
-no te preocupes, le iré a ver pero no creo que abra si vas conmigo.-
-por que?-
-Solo no y ya!- salió corriendo rumbo a la casa de Kuroko llegando a eso de unos 20, ese sentimiento de tardanza y preocupación cuando vas tarde a un lugar era lo que sentía.
En frente de la casa, el rubio gritó el nombre del menor, pero no recibía respuesta, lo que le dio un mal presentimiento acabando por saltarse la reja y entrar a la casa por la ventana tracera, conocía la casa de memoria por lo que puedo revisar detalladamente sin encontrar al menor ni en su cuarto, lo que le hizo llegar al baño.
Kuroko estaba con una toalla caída por la cintura, arrodillado en el suelo coló si se hubiera desmallado antes de entrar a la bañera, esto asustó al rubio más de e la cuenta alterándose y corriendo hacia el menor tomándolo estilo princesa con sumo cuidado , su pequeño cuerpo desnudo le causó un leve rubor, pero intentó ignorar eso y llevarlo a su cama donde le puso un bóxer y lo cubrió.

Revisó su pulso notando que se encontrsba estable, pero eso no le quitaba su inseguridad al ver el cuerpo demacrado del menor.

Era notable que durante aquella semana no se había llevado nada a la boca, ni dormido correctamente, estaba más delgado de lo usual, su piel se veía más pálida.

Lo primero que se le vino fue llevarlo a un hospital, cuando ver un leve movimiento en la cabeza de Kuroko.

-Kurokocchi!- le llama aliviado viendo como de a poco hiba abriendo los ojos.
-Kise...kun? Qué haces aquí...- no podía abrir por completo sus párpados para dejar ver sus grandes ojos, se veía agotado.
-Kuroko...-

~~~

Narra Kise:
Kuroko está tan débil... Indefenso, en su peor momento, soy el, el peor amigo que a podido tener...cómo se me ocurrió dejarlo solo? Si sé que es primera vez que se siente así y no sabe como manejarlo.
-Kurokocchi...hic...l-lo siento... Todo es mi culpa! Sniff- p-por qué estoy llorando? Es tan vergonzoso, pero a la vez tan aliviador.

-No digas eso Kise-kun...no tienes que hacerte cargo de lo que siento...-

Me senté a su lado y tome de su mano, cómo me puede desir eso si...soy el único capaz de entrar a una casa como un ladrón por ver como ésta?... Pero... Eso suena como si me gustara... Jaja... Que idiota soy, de ni yo mismo conocer mis sentimientos, pero creo, que esto podría ir en serio...-
~~~

Kise se inclinó levemente para tomar de las mejillas del chico y besarle despacio en sus labios.
-K-Kise-kun?-///
-no digas nada... Por favor, pero te suplico, que no te dejes de  cuidar por Kagamecchi, él... No lo vale para ti.-
-lo sé... Pero en realidad eso no te importa... Lo sé-
-eso no es verdad...Kurokocchi, crees que, me pudieras dar una oportunidad, de cuidar de tu corazón?- le pregunta con una leve sonrisa.
-sabes que eso no es tan fácil...pero... Quizás con el tiempo...-
-no sientes nada por mi?-
-...no puedo negar que quizás si lo halla, pero cómo te olvidas tan rápido de Aomine-kun?-
-porque lo dejaré marchar de mi vida, eso esta decidido para mi.-
-...-
-podria ser... Tu sustento de alegría.- le dice tomándole de l a mano arrodillado para besarla.
-entonces... Yo también, lo dejaré ir- responde al apretón de la mano con una leve sonrisa.
El rubio se levanta y abraza al menor hundiendo la cabeza de este en su pecho.
-gracias por estar conmigo.- le dice Kuroko feliz de sentir una abrazo tan reconfortante.
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Hols ternuritas!! Pus bueno, me las di de baga, lo admito, pero este gin de semana espetonpoder actualizar todas mis historias(≧∇≦)/
No olviden dejar sus votitos y libros comentarios. Los responderé todos porque me siento culpable XD
Bechitos!!!

"Solo mirame a mi"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora