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Tener ocho años no es la gran cosa... Ahora tengo algunas responsabilidades, pero... Aún es divertido, en realidad todo lo es mientras estoy con Tae y Jimin, son unos estúpidos, pero los quiero.
Este año será aún más divertido, los tres asistiremos al mismo colegio, pasaremos más tiempo juntos, eso es lo mejor.

Las vacaciones realmente pasaron volando, pero creo que es primera vez en mi vida quería ir al colegio, no me importaba aprender, pero si quería ir a divertirme.

-¡Kookie!- Reconocí esa voz, Tae, estaba parado afuera de mi casa, esperandome, apurado, bajé las escaleras, abrí la puerta y así este entró. - ¿Estas listo? -

Asentí rápidamente y tomé mi mochila, mamá ya se había ido a trabajar, así que no podría ir a dejarnos, pero él colegio no estaba lejos, eso era bueno.
Salimos, caminando, Tae comenzó a reír, ese estúpido, de ríe de la nada.

-Dime Kookie, ¿traes a tu Teddy en la mochila?- Él chico comenzó a reír, yo lo empujé.

-¡Claro que no!- Exclamé molesto, pateando algunas piedras que estaban en la acera. -Ya estoy mayor para tener un oso de peluche, tonto.-

Sentí los brazos de Tae rodeandome. -No te enojes tontito, era una broma, los niños mayores como tu no juegan con ositos de peluche.-

Seguimos riendo hasta que llegamos al cole, divisé a Jimin, estaba parado, esperándonos supongo.

-¡Jiminnie!- Grité, llamando su atención, él chico nos vio y corrió hacia nosotros.

-Estúpidos, ¿porque tardaron tanto? Creí que no vendrían. -

Noté que realmente estaba triste, así que pasé mi brazo por su hombro.

-Vamos Jimin, no seas llorón.- Ese era Tae, con sus palabras tan amistosas de siempre.
Jimin lo empujó, pobre Tae, pero bueno, se lo merece.

Finalmente entramos y fuimos a buscar nuestro salón, al llegar, nos dirigimos a unos bancos que estaban al fondo, Jimin y Tae se sentaron juntos, yo me senté detrás de ambos, junto a un chico que hojeaba un libro de matemáticas.

Las clases comenzaron, claramente, los tres no poníamos atención, Tae me mandaba extraños dibujos en pequeños papeles, Jimin cada sierto rato se daba vuelta y volteaba mi estuche, desparramando todos mis lápices por la mesa.

Tae se volteo y comenzó a desordenar los lápices del chico que se sentaba a mi lado, Tae... siempre causando buenas impresiones. -¿Me pasas este?- Le sacó un lápiz rojo. - ¿Y este?, ¿y este?, mejor, ¿me pasas tu estuche? -Tomo él estuche del chico y se lo llevó a su puesto.

Miré al chico, estaba un poco confundido. -No te preocupes, él es así, es su forma de presentarse con las personas.- sonreí y él chico asintió, serio.- ¿Como te llamas?, yo soy Jungkook.

-SeokJin- respondió serio.

Jimin se dio vuelta y despeino él cabello de mi compañero de banco.- Lindo nombre Jin, yo soy Jimin.-

-Y yo soy Taehyun.- Escuche decir a Tae, que dibujaba muy concentrado con los lápices de Jin.-

-Es un gusto.- Jin peino su cabello y siguió poniendo atención a la clase.

La hora se hacía infinita, la maestra leía un libro, ni idea que libro era, Tae dormía sobre la mesa y Jimin dibujaba en sus manos, Jin al parecer, disfrutaba la lectura.
Comenzé a hacerles cosquillas a Jimin, este comenzó a moverse, mientras se tapaba la boca para no reír.
Luego, seguí con Tae, que despertó y comenzó a reír con fuerza, Jimin le pegó en él hombro y yo comenze a reír.

-¡Jungkook, Jimin, Taehyun y Seokjin, afuera!- Gritó la maestra.

Jimin y Tae corrieron afuera, se veían felices, yo esperé a Jin, que se notaba que estaba enoajado, lo comprendo, el no había hecho nada, era nuestra culpa.

Afuera, Jimin y Tae corrían alegremente por los pasillos, Jin se sentó en una banca y se cruzó de brazos.

-¡Vamos Jin, no seas amargado!- Tae tomo sus brazos y lo puso de pie.

Jimin y yo nos acercamos, yo reí, que divertido se veía Tae tratando de animarlo.

-Vamos Jin, vamos a jugar.- Dije dando algunos saltitos, quería animarlo también.

Jin comenzó a reír, con mucha fuerza, tenía una risa realmente escandalosa, que hizo que todos riéramos. -Gracias por sacarme, en realidad, ya me estaba aburriendo.-

La hora del almuerzo llegó, invitamos a Jin a sentarse con nosotros, era un chico agradable. Le contamos algunas anécdotas nuestras, que hacían que muriera de la risa.

De tanto reír, me trapiqué con algo, Jin inmediatamente, me dio de su jugo y palmeo mi espalda, que preocupado era, bueno, creo que nos hace falta alguien así en nuestro grupo.

La hora de salir había llegado, nos despedimos y vi que mamá que había venido a buscar, subí al auto junto a Tae, que no vivía muy lejos de nosotros.

-¿Que tal su día en la escuela?-Preguntó ansiosa mamá.-

-Fue genial, me gustó la cafetería, sirven buena comida.- Respondió animado Tae.

-Tonto, solo piensas en la comida.- Reí y mamá con Tae se unieron.

-Bueno, ¿conocieron nuevas personas?- Al parecer mamá realmente quería saber cada detalle de nuestro día.

-Así es, hicimos un nuevo amigo.- Respondí animado.

Tae asintió mientras sacaba un estuche de su mochila. -Si, su nombre es Jin, es un buen niño, me regaló su estuche.-

Why a Us?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora