capitulo 10

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Mi corazón duele por el impulso de el contra mi pecho al pensar que sería capaz de llevarme a algún lugar escondido para hacerme daño pero el que el me haya defendido del idiota de Jake me hacia pensar que nunca lo haría. Es una sensación extraña él que en estos días me he sentido totalmente desprotegida y llena de temores mientras que en mi trabajo somos la seguridad y la protección. Nunca había estado así de sensible y este momento no era la excepción. La motocicleta viajaba a una velocidad increíblemente rápida y la desesperación ya comenzaba con ganarme. Miles de pensamientos llegaron a mi cabeza al igual que ese horrible recuerdo pero lucho por mantener la calma, en este instante lo menos que quiero es sumergirme en los recuerdos. Entonces veo que nos encontramos suficientemente lejos de donde estábamos, tanto que el lugar me parecía desconocido. Unas palmeras comienzan a aparecer a la orilla del camino oscuro y el sonido particular de las olas comenzaba mostrarse. Él se detiene y se baja apoyando sus pies en él suelo para luego ayudarme a bajar y no paso desapercibido la extraña intensidad de sus ojos. Son tan oscuros y misteriosos que se me hace casi imposible descifrar lo que oculta tras ellos.

- Que hacemos aqui- digo en un tono nervioso y preocupado, porque realmente estoy preocupada aunque no quiera sentirme de este modo.
Mis palabras no parecen inmutarlo y él solo camina dandome la espalda.

- oye, te estoy hablando.- digo en un tono seco pero indignado y él voltea con brusquedad para caminar hacia mi pero luego su ceño parece relajarse.

- Perdón... Yo solo.. Estoy un poco alterado.-dice y mi cabeza comienza dar vueltas en busca de una verdadera respuesta a mi pregunta.
¿Porque rayos un criminal como él puede estar tan alterado por pegarle a alguien hasta dejarlo inconsciente? Cosas peores seguro ha hecho entonces, ¿Que le hace estar de este modo?

- De acuerdo, pero explicame que hacemos aquí- digo ahora en un tono más calmado y él pausa su paso para quedar a mi lado.

- Vengo aquí cada vez que..- dice pero antes de terminar la frase cierra su boca de golpe rápidamente como si hubiera estado a punto de decir algo que no debe y luego toma un suspiro para continuar explicándome.- cada vez que necesito tomar un respiro y quiero quitarme alguna preocupación de la cabeza.- dice en un tono seco y agotado. 
Caminamos hasta llegar a la arena, el se sienta bajo una palmera y luego  me da la mano para que me siente a su lado, luego logro darme cuenta de que solos nos encontramos él y yo, mas nadie en toda la playa. Observo él mar y él movimiento de las olas tras él viento comienzan a tornar él ambiente mas relajado. Entonces el toma una bocanada de aire y parece que no puede procesar dentro de si lo que me va a decir.

-Cada vez que estoy estresado vengo aquí a ver él horizonte y escuchar las olas.- suelta un suspiro y creo ver sus ojos cristalizados, entonces espera unos segundos para volver pronunciar alguna palabra.- Este fue el ultimo lugar donde compartí con mis padres. Recuerdo que era un dia perfecto, mi padre nos dijo que nos llevaria a la playa y Akima y yo estabamos más que emocionados, apenas eramos unos pequeños. Mi padre era militar y habiamos pasado mucho tiempo sin el, así que ese era el dia perfecto para compartir en familia. Llegamos aqui y disfrutamos demasiado tanto como para no parecer real. Mi madre tenía una sonrisa en su rostro la cual nunca le habia visto antes y que nunca logré ver después.- Toma otro suspiro y esta vez juro que está a punto de derramar una lagrima por su mejilla.

- No tienes que hacer esto, se que los recuerdos son dificiles.- digo en un tono tranquilizador.

- Evangeline, dejame contarte porfavor. Necesito desaogarme.- dice casi en suplica y yo solo aciento con la cabeza. Tampoco paso desapercibido la forma en que aprieta sus puños como si intentara retener la tristeza que le traen los recuerdos.

-  Salimos de la playa y nos montamos en el auto, mi padre conducia y decidió detenerse en un puesto de gasolina. Ya él estaba dentro del puesto y a mi me dio el maldito antojo de comprar un dulce así que mi madre también se bajó del auto  dejándonos solos en él. Un maldito tipo entró al puesto para asaltar y mi padre intentó detenerlo pero aquel maldito disparó y volvió a disparar par de veces quitándole la vida a mis dos padres.-Él  cubre su rostro con sus manos y toma un suspiro entrecortado.

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