" Tobin, despierta." Susurró, suavemente.
"¿Qué pasa, amor?" Le contesté, medio dormida.
" Ya es demasiado tarde, son las 12:00 am, deberíamos de ir a la cama, aquí hace frío."
" Bien, vamos." Me puse de pie y extendi mi mano para que la tomará.
El teléfono sonó antes de que entrará a la habitación, me dirigí a contestar y me quedé sin aliento al ver quien hablaba.
"¿Bueno?" Pregunté.
"¿Está Alex?"
Reconocí la voz inmediatamente, la madre de Alex estaba al teléfono.
" Ella está dormida, señora."
" No puedes seguir apartandola de mi, muchachita, te eh dado mucho tiempo para que estés con ella y desde que se volvió lesbiana por tu culpa, ha cambiado demasiado." Me dijo, tratando de hacerme sentir culpable.
" Disculpe, señora, pero su hija se alejó de usted por sus acciones. Y sólo me siento mal por su padre, que no sólo, no tiene una buena esposa, si no, que ahora también perdió a su hija."
" Como te atreves, ingrata." Me gritó, haciendo que me alejara un poco del teléfono.
" Disculpe, pero necesito dormir, cuando quiera hablar con Alex y pedirle disculpas por todas sus fallas como madre, créame que su llamada será bien recibida, pero sólo la llama para joderle la vida y no dejarla vivir tranquila, mientras, no contestaremos sus llamadas e ignoraremos lo que diga. Buenas noches, señora." Colgué el teléfono muy molesta y camine al baño para mojarme la cara y tranquilizarme un poco.
Cepille mis dientes y me hice una cola de caballo para dormir, regrese a mi cuarto y Alex estaba dormida, me acomode a su lado y cerré los ojos, tratando de transmitirle mi calor.
"¿Qué paso, amor?" Preguntó Alex, girandose hacia mi.
" Nada, sólo una de esas llamadas en donde cobran tarjetas de crédito de gente que no eres tú." Dije.
"¿Segura que es eso?" Tocó mi brazo.
" Más que segura."
" Esta bien, buenas noches, amor." Me beso y se recargo en mi pecho.
Las semanas pasaron rápidamente, me atrevo a decir que mi vida es perfecta, no tengo miedo del futuro, pero si algo me ha enseñado la vida, es que aveces la calma no dura para siempre, la noche del viernes 23 de julio, cambio repentinamente la vida de nosotras cuatro.
" Vamos, chicas." Dijo Ali apurada, dando brincos tratando de ponerse los tacones.
" Enserio, Tobin, no quiero ir. No me obliges a ir." Me miró Alex con un puchero lo bastante tierno para convencerme.
" Sólo un rato, por favor." La bese.
Ella giró los ojos y negó con la cabeza.
" Te llevaré a donde quieras, pero no me hagas ir, no sabes lo desagradable que es estar rodeada por la familia Harris, sus primos pequeños siempre me hacen bromas, la madre de Ashlyn siempre hace preguntas sobre Pam y el padre siempre trata de convencerme para que deje mi carrera musical y me enfoque en la carrera de Derechos. A la única que aguantó es a Ashlyn."
