Capítulo 13

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" Bien." Me puse de pie.

" Necesitas volver al trabajo, Tobin. Las presentaciones que tenías están siendo canceladas, el dinero que tenemos para pagarles a los otros bailarines está agotandose. Eres nuestra estrella. Necesito que vuelvas y nos ayudes a levantar el estudio." Reclamó Lauren un poco histérica.

Di un suspiro profundo. Puede que estuviera en lo correcto, pero eso no era mi prioridad. " Es este momento sólo puedo preocuparme por Alex."
"¡Me pediste tiempo y es lo que te di! Ahora ella ya despertó. Vamos, Tobin. Comprometete con tu trabajo." Insistió la chica.

"¡Te he dicho que no! Ella es lo que más me importa ahora." Grité, perdiendo los estribos. " Lauren, se que me he ausentado, pero la situación ya estaba definida, si Alex no está bien, no voy." Me crucé de brazos.

" Si no vuelves en tres días, puedes considerarte despedida. No necesito esta clase de personas en mi estudio." Dijo, sacando su teléfono.

"¿A quién llamas?" Pregunté, acercandome un poco para ver la pantalla de su celular.

" Comenzaré a hacer audiciones mañana a primera hora, si no quieres que estar, bien. Conseguiré un reemplazo y verás que será muy fácil, hay muchos talentos en Los Ángeles y al menos una chica tendrá el mismo talento que tú, incluso más."

Me sentí amenazada por un segundo. Lauren no podía hacerme esto, no después de todo.

" Sólo dame más tiempo. Una semana, es todo lo que te pido, así puedo acostumbrar a Alex a su vieja rutina y las cosas serán un poco más fáciles."

"¿No entiendes? Que tú estés aquí, está costandome dinero, estoy perdiendo demasiado. Eres mi amiga, pero no puedo consentirte con todo, Tobin." Ella se veía mal, como si tuviera el mundo sobre sus hombros.

" Tendrás que arreglarlo, en este momento no estoy al 100% para volver. De todos modos, aunque regresé a ayudarte, eso no servirá de nada, estaré más concentrada pensando en ella que en la coreografía." Y era cierto. Las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana, lo único en lo que pensaba era como estaría mi chica. Y no es mi culpa, Alex tiene un poder en mí que nadie más ha tenido.

"¡Ya no puedo darte más tiempo! Tres días, es todo." Dijo Lauren, notando que no iba hacerme cambiar de opinión.

"¡Cuatro!"

"¡No abuses, Tobin!" Advirtió, apuntandome con el dedo. Hice un puchero, tratando de convencerla y ella cedió. " Bien, pero deberás recompensarme."

" Lo haré." Prometí, abrazandola.

Se despidió después de eso y se fue, quedando que el próximo lunes, sin excepción alguna, yo me presentaría al trabajo. No pude volver a dormir, me sentía algo incómoda, como cuando sientes algo en el pecho que te impide respirar, no sabía exactamente que era, pero me sentía mal, vacía, a medias.

Varias horas pasaron, los primeros rayos de sol entraban por la ventana y decidí pararme de mi cama improvisada de la noche anterior. Fui al baño y me lave los dientes, luego me dirigí a la cocina, y saque las cosas necesarias para preparar un buen desayuno, tal vez, se lo llevaría a Alex a la cama.

Una vez que termine con todo, lo puse en una bandeja, no sin antes poner una rosa a un lado. Abrí la puerta con suma delicadeza y entré. Alex estaba completamente dormida, abrazando una almohada. Su cabello estaba levemente desarreglado y tenía una hermosa sonrisa. Seguramente, estaba teniendo un buen sueño. Deje la bandeja a un lado de la cama, la comida se mantendría caliente otro rato. Salí de puntillas y le eché un último vistazo. Incluso dormida ella se veía preciosa.

Acuérdate de mí - TalexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora