Tomas
Me atreví a hablar con ella y lo hice, charlamos un poco hasta que de pronto me tomo de la mano, me sorprendí pero no hice ninguna manifestación por oponerme a ello.
Llegamos a la mitad del salón y empezamos a bailar, me sentía torpe yo no sé bailar pero solo me deje llevar por la música. Ella puso mis manos en su cintura y puso las suyas rodeando mi cuello, y solamente nos tambaleábamos al ritmo de la música.
La primera en romper el silencio fue ella. Con un toque de elegancia pregunto:
-Me dice su nombre caballero.
Me arrancó una sonrisa fue inevitable.
Estaba nervioso así que me tomé mi tiempo para responder.
- Tomas, y el suyo señorita.
- Jen, encantada de conocerlo.
Después de ello intercambiamos información, pasaron varias canciones mientras hablábamos y hubiesen pasado varias más pues hablar con ella era muy interesante, no sé si ella pensará lo mismo de mí.
Pararon la música y fue ahí cuando llego el momento de despedirnos, no porque ella me dijera algo solamente sentí que era el momento apropiado de terminarlo.
Antes de hacerlo ella me llevo a un pequeño jardín me mostró una hermosa sonrisa y dijo que gracias a mi había pasado una noche agradable.
No sabía que decir y lo único que se me ocurrió fue darle un beso en la mejilla.
Quería pedirle su número pero no me arriesgue a hacerlo, pero como si me leyera la mente tomo mi mano y dejo una pequeña hoja con un dibujo y su número. Mientras lo veía me di cuenta de que ya había desaparecido.
Fue una noche distinta no pensé que resultaría así, pero lo fue.
Me quede un poco más y sin saber que hacer me despedí de Valentina, la felicite una vez más y me marche.
Llegue y me acosté sin evitar pensar en la chica del antifaz. No sabía si me atrevería a contactarla y si lo hacía no estaba seguro de cuando lo haría.
Ya sin más, pensando en ella y en nuestro curioso encuentro, me dormí esperando que este día sea uno de los muchos que quisiera que tuviéramos juntos.
Jen
Cuando me despedí de Tomas estaba feliz aunque también preocupada, esperaba que el no pensara que era demasiado atrevida al darle mi número, pero no sabía de qué otra manera lograría seguir conociéndolo.
Vaya destino él no sabía que yo era la misma muchacha a la que ayudo hace 2 semanas, pero yo sí que lo reconocí, estaba ansiosa por tener otro encuentro aunque sea breve.
Imaginaba millones de situaciones en las que podría volverlo a ver, pensaba en el momento en que me llamaría y quedaríamos en salir pero debía ser paciente, lo necesitaba.
Pare de pensar y trate de despejarme, pues si tiene que ser sera.
Inmersa en todo tipo de pensamientos,me dormí.
No pasó mucho tiempo y ya amaneció. No era necesario que me levantara tan temprano pero igual no me apetecía seguir acostada prefería ayudar a mi madre con las cosas de la casa; de todos modos estábamos de vacaciones y era la única cosa que podía hacer así que baje y ahí estaba mamá arreglando, la salude con un beso en la mejilla y abrí la refrigeradora y tome un vasos de leche, no me había dado cuenta pero ella me miraba con intriga y de repente pregunto.
- Tienes un ánimo espectacular. Algo paso en la fiesta de ayer verdad?
Me tomo por sorpresa la pregunta, me llevaba bien con ella pero no creía que fuera apropiado comentarle algo de Tomas de todos modos tampoco había que decir solo fue un encuentro. Pero que le diría a mi madre, cual es la razón por la que estoy tan feliz, sinceramente ni yo mismo lo sé, me sentía diferente. Mama hizo un sonido que me saco de mi discusión interna.
- No nada fuera de lo normal, me divertí solo eso.
- pues esa enorme sonrisa que llevas en el rostro no me dice que no haya pasado nada pero si no quieres contarme está bien.
Odio que se ponga en ese plan, está claro que confió en ella pero no es el momento de decir algo.
- no es eso ma, sabes que cualquier cosa que pasara te lo diría enseguida, es solo que tengo la sensación de que hoy será un día estupendo.
Sin darle más oportunidad para preguntas le di un beso en la mejilla y volví a mi habitación.
Ahora tendría que cambiar mis planes ya no ayudaría, pasaría en casa pero trataría de organizar mis cosas y tal vez empiece a leer esa novela que tanto me habían recomendado.
Caminaré en la oscuridad y no tendré miedo, solo me asegurare de que cada camino que cruce lo haga contigo, solo eso haría falta y me sentiría completamente segura. Si tomo ese camino lleno de oscuridad lo tomare contigo, pues estar a tu lado me quitara la ceguera en la que me sumergido y me apartara de este mundo frió e insensato.
Cuanto me llamo la atención esta frase, como es posible que el amor pueda servir de guía, ser un refugio en tiempos de cólera, el sol en tiempos de sequía, la paz en un momento turbulento.
Como es posible amar tan intensamente, suelo imaginar que sería capaz de hacer yo por amor, pero sinceramente no lo sabría por que el amor ciega, y yo solo espero que mi ceguera no perjudique a los demás y tampoco me haga daño a mí misma.
Aun pensando en lo incierto del amor decidí continuar con la historia que esconde "Delirios de amor".
Esto es para ustedes amigas mías, gracias por su infinito apoyo en este proyecto son lo mejor que me han pasado en la vida y mi motivación. Y principalmente gracias a ti ñaña de mi vida Jenni eres todo :*
ESTÁS LEYENDO
¿Qué hay detrás del antifaz?
Teen FictionA sus 20 años de edad Jen es una chica reservada, tímida e introvertida pero con una gran ilusión cuando se trata del amor. Toda su vida a soñado con encontrar su otra mitad, esa persona que sepa comprenderla, apoyarla y amarla . A pesar de que ya h...