XLVII

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-¿en serio? después de que con solo verlo se veía que lo odiabas, ¿ahora lo quieres tanto como hermano?- sabía muy bien lo que estaba haciendo, el quería jugar conmigo, con mi pensamiento pero no lo lograría, me empecé a quitar la corbata y sentir los latidos más apresurados que nunca, veía como esbozaba una sonrisa y se quitaba su reloj- Bueno, parece que no hice tan mal en querer juntarte con esa chica, pero, lastima Murk, parece que ella tiene dos mates- ¿Cómo sabía eso?- ¿En serio estás haciendo una alianza con Matius?, hijo, estoy seguro que te enseñe bien a no confiar en las personas, ahora confías tu mate con su mate opcional, eso no es muy sabio de tu parte- golpe bajo- Te recuerdo que puedes resultar herido cuando amas- vi como se acercaba cada vez a mi, no podía moverme, sentí su mano agarrarme fuerte del cuello- o resultar muerto como tu madre- sentía como la respiración me faltaba y la sangre ardía, sentí como me lanzó hacia el escritorio, la madera se rompía ante el golpe, sentía como algunos trozos se me incrustaban en la espalda, pero eso no importaba, me importaba más sentir como mi sangre ardía tras el recuerdo de aquella noche cuando vi como se estremecía de dolor mi mamá en la cama, a como pude me levante de golpe sin darle tiempo de moverse y me lance a el

-Ella nunca te querrá- decía entre golpes, parecía que no le dolían porque entre más fuerte sentía que lograba golpearle, más fuerte escuchaba su risa, hubo un momento donde me arte, no aguantaba más, le di un golpe en la cabeza ocasionando que se quedara inmóvil, aproveche ese momento para ir tras An, algo me decía que lo que estaba por pasar sería tal vez lo ultimo que hubiera querido, pase corriendo por los pasillos buscando aquella habitación abrí una pero no había nada, busque con
desesperación, vi como una sombra salía de una puerta más adelante de donde estaba, no cualquier sombra, era Mat, acelere mi paso para poder alcanzarlo como pude lo agarre del brazo, su mirada se veía perdida, sabía lo que estaba a punto de pasar, con la misma rapidez que le agarre el brazo es con la misma con la que no podríamos hacer solo recuerdos de alguien

-Me toca, lo se- dijo apartando su brazo, con el simple sonido de su voz sabia que acababa o que tenia ganas de llorar- recuérdame ... que si salimos vivos de esta me encargue de buscar tu muerte- solto una risa sin ganas-

-Lo se hermanito pero, ¿preferirías que fuera ella?- hubo un silencio corto que pareció durar milenios- Cuídate- vi como se alejo lentamente en busca de la habitación en la que yo había estado antes con mi padre, cuando ya no estaba en mi campo de visión me gire hacia la puerta de la que había salido, el olor de An me embriagaba ada vez más, abri la puerta de golpe y solo sentí unos brazos rodearme

-¡Mat!- sonreí al volver a sentir sus brazos rodearme con cariño pero esa sonrisa se desvaneció al escuchar el nombre de mi hermano

-No soy Mat- dije tratando de que mi tono alegre no se opacara por el dolor de pecho que sentía- Pero igual inicio con M, linda- su cara era de asombro, se veía perfecta como siempre, mi mirada pasaba por toda su perfecta cara de demonio ... exacto, demonio, era un demonio porque te haca caer poco a poco a tu perdición y no te importaba con tal de estar con ella. Mi mirada se detuvo en sus labios carnosos que a pesar de la circunstancias no perdí el hermoso color rosado, parecieran recién pintados pero ella no necesitaba maquillaje, ella era hermosa. No pude detenerme a admirar su cara ya que había cosas más importantes por ese momento, la agarre de la muñeca y la saque del cuarto-¡Mat! ya la encontré, ya la tengo- Mat no decía alguna palabra, eso me empezó a preocupar, de tener que ir a la salida tuve que dirigirme hacia donde el iba a estar....

"Si no llego ... vete con ella"

Fue lo que un día me dijo ero no ... no podía ... era mi hermano




LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora