XXXVII

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Llegamos en a la casa, la prometida de Murk estaba en el sofá limándose las uñas ¿Qué? se veía tan indiferente a la situación, fingí un poco de tos a lo cual Murk me miro con mala cara, no entendía porque hasta que lo vi. Ella vino hacia nosotros error, fue hacia Murk e intento colgarse de su cuello pero Murk se alejo, Buen muchacho

-Cielo te extrañe tanto- dijo haciendo berrinche pero Murk estaba indiferente

-Tu quisiste venir, sabes que yo tengo cosas que hacer- dijo acomodándose mejor a Ethan que aún estaba inconsciente pero ya tenia su tono bronceado leve, de nuevo- compermiso- ella lo agarro del brazo y lo hizo retroceder un paso

-Pero yo quería verte, quería que supieran que eras mio- no se si fue mi imaginación o lo dijo mirándome, Arrastrada, yo solo sonreía y camine hacia el hombro de Murk

-Cariño, no me dijiste que tenías comprometida- le dije regalándole la sonrisa más coqueta que sabía, vi como abría los ojos Murk y su cosa esa hacía una cara asqueada- lo bueno que no soy celosa, te veo arriba- le guiñe un ojo y me fui moviendo las caderas de un lado a otro, al subir las escaleras escuchaba la chillona voz de la pelos de zanahoria

NOTA MENTAL: Agradecer a tía Lili por haberme enseñado como tratar a las que me caen mal

Llegue al cuarto de Marco, al abrir ahí estaba Lili en la cama y Marco a lado de ella, entre tratando de no hacer mucho ruido, al acercarme Marco se paro y me hundió en sus brazos, sentía como temblaba, estuvo a punto de volver a perder a su hermanita, empecé a acariciarle la espalda hasta que se calmara un poco más, se hizo para atrás para verme, yo solo le sonreí para calmarlo un poco más
-¿Cómo está?- dije acomodandome cerca de Lili, ya estaba cálida, parecía dormida
-Esta bien, transformarse sin algún entrenamiento o algo la agoto- dijo quitándole unos cuantos cabellos de la cara, vi como dirigió su mano a dientitos y se lo puso entre sus brazos- Es interesante- dijo con una leve sonrisa
-¿Qué?- lo mire sorprendida
-No que este así, no, me refiero a eso- dijo señalando a dientitos- cuando era chiquita yo se lo regale, nunca lo soltaba y hasta el momento

LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora