estoy consciente, eso trato de pensar, pero se que no es así. Morfeus, un hechizo potente que ademas de dejarte inconsciente, hace que tengas alucinaciones de las mas raras, convirtiendo el cielo en infierno o el infierno en cielo.
todo es muy cambiante en estos momentos. estoy recostada, siento eso, siento personas alrededor hablando sobre magia y batallas de jóvenes, no puedo concentrarme lo suficiente.
Ha pasado mas de un día, según lo que percibo, alguien me toca el brazo y susurra en mi oído
- Levitan-dice la misma voz que me mando a este sueño profundo-abre los ojos, se que puedes- de a poco trato de adaptarme al ambiente, no se que me encontrare, quizás estoy aun en mi hogar, aunque eso es imposible.
y luego recuerdo todo.
-¡¿Mi madre?! ¡¿Tom?!- grito desesperada, no me puedo mover me tienen amarrada de manos y pies, trato de calmarme y entender lo que hay alrededor mio, veo 5 personas, dos con batas, y los otros 3 trajeados.
los señores con bata tratan de tranquilizarme inyectándome un liquido transparente por mi brazo, lo que me deja nuevamente aturdida.
-Tranquila pequeña, no te haremos ninguno daño-me calma uno de los de bata que supongo que es doctor- soy doctor y te tratare como te lo mereces- touché- mi nombre es james, ¿como te llamas tu pequeña?-lo miro, y me da una sensación de haberlo visto antes, pero no logro recordar cuando.
-Ro..Rosalia-digo en un susurro, trato de hablar mas pero mi garganta esta seca.
-Ok, rosalia debes estar calmada- esta vez me habla un trajeado y lo reconozco al instante, es el mismo que me hechizo.
-¿que hago aquí?-pregunto lo mas calmada posible, pero mi rabia se hace notar igualmente.
-Aun no es el momento- dice James- debes descansar y reponerte, estuviste 1 semana bajo el hechizo.
Una semana, todo puede pasar en una semana. mi madre, mi hermano, no puedo quedarme aquí como si nada, pero tampoco puedo salir de aquí. y cuando digo aquí, me refiero a un hospital, aunque no cualquier hospital, estoy en el Hispic Magic. Genial estoy en el mundo mágico.
- ¿Mi madre y mi hermano?- pregunto mirando a james, ya que el si me responderá todo lo que yo quiera saber.
James no pasa de los 30, tiene el cabello rubio peinado firmemente hacia atrás como si quisiera aparentar mas edad de la que tiene, es alto y con espalda ancha, su mirada es azulada como el mar, puedo ver que me transmite tranquilidad y confianza.
-Están en las habitaciones de al lado, los podrás ver cuando te recuperes-sonríe, y recuerdo que el es un amigo de mi padre, del desaparecido. Lo conocí antes que se fuera, tenia apenas unos 5 años, el era uno de los mejores amigos de mis padres, es una buena persona.
-Gracias doctor james-miro mis manos y piernas- ¿podrían quitármelas?
los trajeados hacen a los doctores un gesto que percibo como un si. comienzan a desatarme y siento como mis manos y piernas son liberadas, una sensación que me llena de gratitud y lo que provoca una sonrisa en mi.
-Rosalie- me llama james para que le preste atención- debes quedarte aquí, no puedes salir de esta habitación ¿me entiendes?- afirmo y le sonrió.
No me quedare aquí, eso es obvio, puede que le crea a james, pero aun así el no me ha contado absolutamente nada y siento que esto terminara de la pero manera posible.
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Soy tu perdición
FantasyRosalía creía que todo iría bien ese año, que no haría uso de la magia, pero algo, el destino o su mala suerte hace que no sea de esa forma y todo sea contrario a lo que ella deseaba.