Ya llevábamos más de una hora en la casa de Ric, y su madre Clara por cierto, no me dejaba tranquila me bombardeaba con preguntas sobre mi familia. Que yo obviamente respondía con más mentiras, que verdades. Ya que no tengo porque dar información sobre mi familia a otra que ni siquiera conozco y sobre todo a una familia de hechiceros.
-¿Cómo se llama tu madre Rosalía?-Pregunta Clara, con curiosidad.
-Margaret-le respondo sincera.
Algo en su rostro de descompuso al momento de decir el nombre de mi madre.
-Voy a la cocina-nos avisa, levantándose del sillón donde todos estábamos sentados-Les preparare algo-con eso último se retira de la habitación.
Al ver que ninguno de nosotros ni se movía decidí levantarme para ir al “baño”.
Recorriendo la casa me di cuenta, que es mucho más grande que la mía. Tenía más habitaciones una me llamo la atención tenía una puerta de madera oscura muy bonita y como mi curiosidad es más grande, decidí abrir solo para observar.
-¿Rosalía que haces?-alguien detrás de mí me interrumpe.
-Eh…buscaba el baño-me doy vuelta y veo a la madre de Ric.
-Este es el baño-Apunta la puerta que está al lado de la oscura.
-Gracias-Digo para luego entrar al baño pero justo me detiene Clara.
-Sé que no ibas al baño-me dice-Quiero hablar contigo.
-¿Qué es lo que quiere hablar?-le pregunto soltándome de su agarre.
-Sígueme-Dicho eso, se da media vuelta y entra en la habitación de la puerta oscura.
Wow…Es gigante tiene un escritorio lleno de fotografías de Ric y un hombre muy parecido a él, debe ser su padre. Frente al escritorio hay dos sillones negros muy modernos. La madre de Ric se siente en una y me mira para que yo haga lo mismo.
-Quería disculparme, por cómo te trato mi hijo-Dice apenada-El…bueno no es muy sociable.
-Si me di cuenta-murmuro.
-¿Cómo?-pregunta Clara.
-Que es una lástima-le respondo.
-Supongo-se queda un momento en silencio-Debes tener muchas dudas, me imagino.
Acertó.
-Quien no-le digo como si fuera obvio-y supongo que usted me las puede aclarar-más bien afirmo lo último.
-Yo responderé-me dice-adelante pregunta.
Sorprendida sería una palabra pequeña para describir lo que siento en este momento. ¿Así de fácil? De seguro hay una trampa o algo oculto en esto.
-¿Por qué Ric dice que será alguien importante en mi futuro?-le pregunto primero-¿Qué hacen acá? Se supone que las familias hechiceras están esparcidas, nunca vi una por estos, lugares.
-Tranquila niña-me dice Clara-primero que nada, lo de Ric te lo debe decir tu familia deberías preguntarles a ellos primeros.
-¿Qué tiene que ver mi familia en todo esto? Ellos no saben nada de lo de Ric.
-Eso es lo que tú crees Rosalía, pero ellos son la principal razón o mejor dicho tu Padre es la razón.
Quede paralizada ¿Mi padre? Ese hombre que solo se acercaba a su familia cuando tenía problemas, no lo creo
-…-Me quede en silencio, no sabía que decir.
-Parece que tu Padre no es una gran persona
-Usted no es nadie para hablar de mi padre-le respondo levantándome de un salto. Aunque sé que tiene razón en lo que dice, no me doblegare tan fácil si alguien como ella que ni siquiera conozco viene a hablar de mi padre.
-Tranquila Rosalía-se levanta para calmarme-Si lo digo es una buena razón.
-Haber dígame cuál es su “supuesta” buena razón para hablar así de mi padre-le digo incrédula.
Camina por la habitación nerviosa dudando de hablar o no.
-Rosalía en verdad lo siento-se acerca a mí y toma mis manos-Pero eso es algo que debería decirte tu familia. Lo único que debería haber hecho yo, era disculparme por el mal comportamiento de mi hijo.
No entiendo si esto sigue de esta forma no podre entender nunca lo que sucede y el porqué de muchas cosas, tener estas dudas, estas preguntas me impacienta además de saber que yo sola no puedo encontrar las respuestas. Me hace sentir inútil.
-Si lo siente tanta, dígame toda la verdad-Miro sus ojos pidiéndole sinceramente una respuesta.
-De verdad-respira profundo-Yo no debería haberte dicho nada y como están las cosas ahora es tu familia la que debe darte las respuestas.
-ok, me queda claro que aquí, no conseguiré respuestas-Dicho eso salgo de la habitación, camino hasta la salida y así mismo sigo. Cuando ya no estoy en la casa de Ric solo camino sin ningún rumbo. Con ninguna idea de lo que podría estar sucediendo ahora.
¿Por qué mi vida no puede ser normal? Siempre me he preguntado eso. Odio las dudas, los problemas que yo no tengo idea, de porque tienen que sucederme a mí. Odio pensar en esto, que esto me afecte más de lo que debería.
Sigo pensando y ni me doy cuenta y estoy en las puertas del edificio de Alex.
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Soy tu perdición
FantasyRosalía creía que todo iría bien ese año, que no haría uso de la magia, pero algo, el destino o su mala suerte hace que no sea de esa forma y todo sea contrario a lo que ella deseaba.