Capítulo 5.
"It's a cowardly lion"
- ¡Eres zurdo! – declaró Ariel, que se había pasado todo el rato observando con suma atención al pelinegro frente a sí, como quien acaba de descubrir el hecho más fascinante del mundo.
Sus palabras fueron tan repentinas e inesperadas, rompiendo el momentáneo silencio que hasta entonces se había instalado entre los tres presentes en la cocina, que no pude evitar sobresaltarme un poco al oírlas; y, si no me equivoco, Ben sufrió la misma sorpresa. Uno supondría que a esas alturas ya debería haber estado habituado a la impredecible explosión que era mi querida hermanita, pero la verdad es que resultaría imposible acostumbrarse a aquella bomba de euforia.
Ben sostenía en su mano izquierda la pluma que le había prestado previamente, y se encontraba firmando los papeles de renta de la habitación, escasos segundos antes de que Ariel le interrumpiera en su labor. La verdad, era un detalle que hube pasado por alto hasta que ella lo mencionó, y que de inmediato captó mi atención –aunque no estaba seguro de por qué era importante aquello, de todas formas.
- Sí. – asintió él, algo cohibido por la atención y visiblemente confundido.
- Pero tocas la guitarra con la derecha, si mal no recuerdo. – señaló mi hermana, a su vez.
A veces me asombraba lo observadora que podía ser Ariel. Eso, o era realmente ociosa la mayor parte del tiempo. Y cabe destacar también que este chico era de su obvio interés, así que...
- Ah..., eso. – una pequeña sonrisa se asomó por la comisura de sus labios al responder. – Sí, yo... aprendí a tocar la guitarra como diestro. Pero, en todo lo demás, soy zurdo.
- ¡Eso es asombroso! – alabó Ariel, sonriendo de manera radiante como siempre. Justo en el momento en que mis ojos captaron los diseños en tinta sobre los nudillos de Ben, la peli-rosa se adelantó nuevamente. – Lindos tatuajes, por cierto. Espera... ¿son los Transformers?
Ben asintió a modo de respuesta, desviando la mirada a sus manos; tuve la impresión de que contenía el impulso de ocultarlas dentro de sus bolsillos, por la manera en que se posaron con cierta tensión sobre la mesa. Lo miré con curiosidad, genuina en esta ocasión. Si los tatuajes eran el tema en cuestión, entonces estaba interesado.
- ¿Quiénes son? – pregunté, antes de darme cuenta.
- Optimus Prime y Megatron. – dijo Ben, sus ojos avellana encontrándose tímidamente con los míos momentáneamente.
- ¡Cool! ¿Cuándo te los hiciste?
- Hace varios años, en la preparatoria.
- ¿Eres fan de los cómics?
- Sí. De hecho, solía tener la colección casi completa.
- ¿Qué le sucedió?
- La vendí para poder comprarme el amplificador para mi guitarra eléctrica. – explicó él, encogiéndose de hombros. – Pero valió la pena, supongo.
- Ya lo creo. – le sonreí.
Bueno, esa era nueva información para los archivos mentales especiales de Benjamin Burnley. Aún no estaba seguro si ser un geek lo volvía más o, por el contrario, menos emocionante, pero por el momento no era algo que me preocupara demasiado. Ariel, por otro lado, parecía ciertamente extasiada con cada pequeña cosa que aprendía sobre Ben.
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Love me, Hate me
RomantizmLa música es la voz del alma. El odio y el amor son dos conceptos opuestos. Sin embargo, tienen más cosas en común de las que se podrían pensar. Ambos son mejor expresados a través de la música. Encontrar un nuevo sitio donde vivir es la mayor de...