about vampires ー bangtan

#004: sobre padres primerizos e hijos rebeldes pt.2

Encontrar a Jungkoook fue más sencillo de lo que Namjoon imaginó, aunque no fue Yoongi quien halló al chico, ni él ni los cazadores, sino que Jimin (lo que había complicado las cosas en un nuevo nivel de drama).

No era secreto para nadie que Jimin no estaba contento con lo del chico y Yoongi. Convertir a un humano en vampiro era un acto íntimo y el intercambio de sangre era considerado como un tema tabú para la mayoría de los humanos, e incluso entre algunos vampiros más viejos. Namjoon siempre había intentado mantener su mente abierta y aceptar las tendencias de la juventud, y lo habría logrado de no ser por Yoongi y su irresponsabilidad como padre.

La noche que Jimin encontró a Jungkook fue después de una semana de que el chicho hubiese sido rescatado por Yoongi. Jimin había vetado a su novio de ir a su departamento para el sagrado viernes de películas, reclamando que necesitaba una noche a solas con Taehyung.

Mientras Tae elegía una película, Jimin era el encargado de preparar las palomitas de maíz, pero como se habían quedado sin suministros de caramelos, había tenido que salir a la tienda (la misma tienda que había evitado después de su primer encuentro con Yoongi).

Jimin estaba echando varios dulces y paquetes de palomitas en el canasto que había sacado de la tienda cuando de repente lo vio. Un chico alto y de cabello oscuro con una chaqueta y capucha estaba en la sección de frigoríficos sacando una botella de bebida. Jimin se le quedó mirando por unos segundos, pero de inmediato perdió el interés y caminó hasta la caja registradora. Con nerviosismo, se dio cuenta de que el chico lo había seguido y que se había quedado detrás de él en la fila.

Jimin pagó sus dulces, agarró las bolsas y salió apresurado de la tienda. No es que tuviera miedo de chicos desconocidos, solo quería regresar pronto a su departamento en caso de que Tae hubiese quemado el televisor otra vez (larga historia). Cuando le quedaba una cuadra para llegar a su edificio, una mano en su cintura y otra en su boca lo tiraron hacia un callejón. Jimin soltó las bosas por la sorpresa e intentó zafarse como pudo, pero la otra persona era más fuerte que él.

Su espalda chocó contra la pared del callejón y quedó frente al chico de la tienda. Ya no llevaba la capucha y sus ojos estaban totalmente negros, como los de Yoongi cuando tenía sed. Jimin supo en seguida que ese era el chico que Yoongi había convertido.

El chico abrió la boca y sus colmillos sobresalieron asustando a Jimin, quien se pegó más a la pared intentando no dejar expuesto a su cuello.

—¿Podrías, por favor, dejarme beber de tu sangre? —preguntó el muchacho de pronto y Jimin quedó congelado por la sorpresa. Su voz sonaba infantil y su rostro se había suavizado, aunque los ojos y los colmillos seguían allí contrastando con la imagen de niño que daba.

—¿Qué?

—Quiero beber de tu sangre, ¿puedo? —Volvió a preguntar el muchacho, se notaba esperanzado. Pero Jimin negó suavemente con la cabeza.

—No, ni loco.

—¿Qué? —Esta vez fue el turno del muchacho para mostrarse sorprendido. Se relamió los labios y sujetó la cabeza de Jimin con sus manos, a lo que él reaccionó intentando escapar del agarre, pero no lo logró. El chico miró a los ojos a Jimin y repitió la pregunta—: ¿Puedo beber de tu sangre?

Jimin no pudo apartar la mirada de los ojos totalmente oscuros del vampiro que lo estaba acorralando, pero aun así tuvo la fuerza para mover la cabeza.

—No.

Los ojos del chico se abrieron y su agarre se aflojó, a lo que Jimin aprovechó para apartarse. A tambaleos salió del callejón sin preocuparse de las bolsas que había dejado tiradas en el suelo, pero apenas logró ver la luz de las farolas y a los autos pasando por la calle, el chico apareció frente a él en un abrir y cerrar de ojos.