about vampires ー bangtan

#006: sobre culpa culposa y niños perdidos

Los siguientes dos días se convirtieron en un campo minado para la vida de Jimin y Taehyung.

Jungkook había terminado en la casa de Namjoon y él no había dudado en informárselo a Yoongi cuando estuvieron en la universidad. Lo que en un principio era un acto de compañerismo y amistad se convirtió en el detonante del mal humor de Yoongi. Le gruñía a cualquier cosa que se moviera a más de un metro de distancia de él y empujaba a los humanos que se atravesaban en su camino por los pasillos de la universidad, pero por algún fenómeno que solo podía ser explicado gracias a los poderes extraños de los vampiros, nadie se quejaba.

Jimin sospechaba que Yoongi tal vez tenía el mismo poder que Jungkook, pero pronto descubrió que la verdad era otra. Era cosa de mirar el rostro de Yoongi y la forma en la que Taehyung lo evitaba para darse cuenta de que nadie le decía nada con respecto a su mala actitud con el mundo debido a que lucía injustamente atractivo cuando se enfadaba.

Contrario a la oscuridad que amenazaba a sus ojos cuando tenía sed, sus ojos se habían vuelto de un celeste profundo que parecían brillar en la oscuridad (y lo hacían, Jimin lo confirmó una noche que apagó la luz). Namjoon le había explicado a Jimin que no era raro que los vampiros cambiaran con frecuencia el color de sus ojos. Negros cuando tenían sed, rojos cuando se enfadaban, azules fosforescentes cuando estaban alerta ante cualquier peligro o amenaza del exterior. El por qué Yoongi se había puesto en ese estado era un misterio, aunque Jimin deducía que era para golpear a Jungook por si lo veía de casualidad en la calle.

Aunque la teoría de Taehyung era la más razonable.

Yoongi estaba preocupado.

Jimin no se lo creyó en un principio (ni Yoongi ni Namjoon). En esos dos largos días en los que Yoongi parecía un vampiro sacado de alguna película con actores demasiados surreales para ser comparados con cualquier mortal común y corriente, Yoongi había sido más grosero de lo normal, más huraño y más intenso cuando se subía arriba de Jimin por las noches para besar su cuello y hacerlo gritar hasta que Taehyung golpeara la pared de al lado para pedirles que se callaran porque algunas personas no tenían novios y querían estudiar por las noches.

Sin embargo, Jimin comenzó a darse cuenta de los pequeños detalles que Taehyung había mencionado durante un almuerzo en la universidad, aquellos detalles que defendían su postura de que Yoongi estaba preocupado por Jungkook (o que solo se sentía como un padre fracasado). Cada vez que Namjoon aparecía junto a ellos, los ojos de Yoongi se volvían más azules y sus pupilas negras se dilataban. Escuchaba con atención cualquier cosa que Namjoon tuviera para decir (incluso las quejas sobre el consejo estudiantil o sus interminables conversaciones filosóficas) y sus hombros se tensaban de más cuando se daba cuenta de que Namjoon se estaba despidiendo.

Según Taehyung, Yoongi esperaba noticias de Jungkook, y cuando Namjoon no contaba nada relevante que delatara el estado de Kookie, le seguía una tarde de insultos hacía los pájaros, hacía el sol, las nubes e incluso hacia los cachorros, lo que podía considerarse como un nuevo nivel de maldad para el pequeño y delgado cuerpo de Yoongi.

Después de trece días desde la dramática partida de Jungkook, ocurrió lo impensable.

Yoongi consiguió empleo.

Tanto Jimin como Taehyung se sorprendieron, pero no se atrevieron a bromear. Los ojos de Yoongi aún no volvían a su color natural y Namjoon se veía demasiado feliz con la noticia como para romper el encanto y hacer preguntas.

Ahora Yoongi trabajaba en la boletería de un cine. Jimin no podía imaginar a Yoongi atendiendo a extraños y preguntándoles (sin decir nada sarcástico sobre sus gustos cinematográficos) qué película querían ver. Era desconcertante, pero al final pensó que traería sus beneficios. Yoongi vivía prácticamente en el departamento que compartía con Taehyung y, aunque no gastaba en nada (había que luchar con él para que se quitara el pijama y tomara una ducha), no estaba mal tener más ingresos. Tal vez cuando Yoongi recibiera su primer sueldo, Jimin podría comprar esa consola que tanto quería con Taehyung.