#009: sobre supervivencia y discusiones científicas

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EDICIÓN: Había una parte donde Namjoon hablaba sobre el porcentaje del cerebro que usan los humanos. Quité esa parte y fue reemplazada.

Yoongi se consideraba un vampiro listo que siempre había apelado a la supervivencia. Claro, desde que había comenzado a salir con Jimin se había vuelto una bola de ternura y gruñidos más parecido a un gato gordo y peludo que a un depredador inmortal (según Taehyung), pero eso no quitaba el hecho de que seguía siendo un vampiro razonable que sabía controlarse cuando era necesario (a excepción de la sed, un vampiro normal tardaba alrededor de cien años y Yoongi no estaba preparado para el siglo que le esperaba). Sin embargo, cuando sintió el dolor de Jungkook, ni la alarma de la universidad ni la del cine combinadas habrían podido paralizarlo otra vez.

¿Qué podía decir? Eran cosas de vampiros. Si tu hijo vampiro sufría, te estrellabas contra un golpe de adrenalina y de emociones mezcladas. Era fascinante y desagradable al mismo tiempo, mientras que podía sentir todo lo que Jungkook estaba sintiendo en ese mismo momento, Yoongi sentía lo mismo que Jungkook. Malditos lazos de vampiros.

Como resultado, cuando Yoongi sintió el dolor en el hombro, estómago y pie, corrió y en un menos de un segundo apareció frente a Jungkook, recibiendo la bala que iba directo a su cabeza.

—¡YOONGI! —gritó Jungkook, y su voz se oyó tan cerca y tan molesta que Yoongi gruñó en el suelo con la bala en la cabeza, muy cerca de su oreja izquierda—. ¡HYUNG NO TE MUERAS!

Jungkook apareció ante sus ojos, ocultando el techo del cine. Yoongi ni siquiera se intentó mover, la bala dolía como los mil demonios y tenía la sospecha de que esto le provocaría varias migrañas en un futuro.

—¡SUHO, ¿ESTÁS BIEN?! —Se oyó a lo lejos. Yoongi no reconoció la voz, pero oyó los pasos y el aroma a sangre de otro humano. Tardó un par de segundos en deducir que se debía tratar de otro cazador intentando matar a Jungkook.

Asustado por lo que podría ocurrir (jamás lo admitiría en voz alta, por Dios), agarró del cuello a Jungkook y tiró de su camisa hasta acercarlo lo más posible a él.

—Ve con Namjoon. Ahora.

Jungkook abrió los ojos y la boca como un pez, pero no se movió. Yoongi estuvo a punto de gritarle que le hiciera caso de una vez por todas, pero de pronto sintió algo húmedo sobre su mejilla. No estaba llorando, estaba muy seguro de eso, y Jungkook tampoco estaba llorando porque lo tenía a menos de cinco centímetros de distancia de su rostro y podía ver con claridad que, no, no estaba llorando. Yoongi enfocó su visión y ahí fue cuando notó la sangre en el hombro de Jungkook, la que caía de a gotas sobre su rostro. Lo soltó de inmediato.

—¡No te muevas! —exclamó la misma voz que había gritado hace un momento y solo cuando estuvo más cerca, Yoongi distinguió el aroma y la voz. El cazador pareció reconocerlo también, porque Yoongi oyó que una cuerda se tensaba y que la respiración del cazador se agitaba—. ¡Tú! ¡¿Qué le hicieron a Suho?!

Pero antes de poder responder a la pregunta, Yoongi sintió que alguien le arrancaba la pierna en el mismo instante en el que el cazador soltaba la flecha que había estado apuntando hacia él. Yoongi gritó con todo lo que daban sus pulmones y Jungkook tembló a su lado, desplomándose en el suelo.

El cazador sacó otra flecha, pero esta vez apuntó a la cabeza de Jungkook.

—Tienes cinco segundos para decirme por qué mi compañero parece un zombie poseído con epilepsia.

Yoongi temió por sus vidas por primera vez. Jungkook lucía más pálido de lo que debería lucir un vampiro y su labio inferior temblaba con violencia, incapaz de encontrar las palabras para explicar qué estaba sucediendo. Yoongi contó hasta cinco y el cazador soltó la flecha, pero esta jamás alcanzó a Jungkook.

about vampires ー bangtanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora