Capítulo 12

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Al salir de mi casa vi el monovolumen de Luke. Con una sonrisa divertida abrí la puerta.

- ¿Tuya? - hice un gesto con mi cabeza, indicando la guagua.

- Es de mamá - dijo riendo. Entré en ella y cerré la puerta trás de mi. - Aún no tengo licencia, pero sé guiar, tranquila. -

- No quiero morir, ¿vale? -

- Entendido - sonrió.

Luke me llevó hasta un restaurante con el nombre de "Pizza 'N Stuff". Tomamos una mesa junto a la ventana, esperando que nos atendieran.

- Entonces, ¿a qué viene todo ésto? - le pregunté curiosa.

- ¿Qué? Nada, solo... nada - se encogió de hombros.

- Luke - me recosté en la silla.

Sentía muy dentro de mi que Luke quería preguntarme algo, o decirme algo. No creo que de la nada el haya querido sacarme a comer. Si me iba a hablar de lo que pasó en la azotea... no estaba segura de que iba a decirle. Bien, quería contarle todo, pero no creo que pueda manejarlo y tampoco quiero contarle solo a él, sino también a Keren. No quisiera perderlos solo por mis misterios.

Cambiando de humores rápidamente, me puse más rígida. Nunca podía tener una conversación normal, por más que lo pidiera. Una chica vino y Luke solo ordenó unos nuditos con queso. Ambos quedamos en silencio hasta que por fin habló.

- Oye, si no vas a hablarme,te haré reír - su voz sonaba distinta, y cuando aparté la mirada de la ventana vi que tenía dos sorbetos en el labio superior adentro, simulando una foca.

Solté una leve carcajada, tratando de no caer en su juego.

- Basta - volví a mirar a la ventana.

- ¿Qué le dijo un ratón a otro ratón? - se inclinó sobre la mesa para quedar más cerca de mi, como si estuviera contándome un secreto.

- No creo que sea divertido - especialmente porque no era amante a los ratones.

- ¿Qué haces afuera? Le preguntó. Esperando un ratito, respondió. ¿Entiendes? Ratito de ratón. - sonriendo como si hubiera hecho el mejor chiste del mundo.

Comencé a reír negando con la cabeza. Me daba gracia el chiste tan mierda y el rostro emocionado de Luke, que pateticos.

- Quiero... - comencé a decir cuando la mesera nos interrumpió con los nuditos y unas batidas de chocolate.

- ¿Decías? -

Tal vez la mesera interrumpiéndonos era un señal. Tal vez no debía decirles nada. Luke me observaba con sus ojos azules detrás de sus anteojos. Atento a lo que diría a continuación.

- Deberíamos llamar a Keren - sonrié forzadamente, tomando de la batida.

Luke hizo una mueca de confundido pero asintió - La llamaré ahora -

No mucho después Keren llegó al restaurante.

- Creo que sería interesante poder cambiar de brazos con otras personas. - comentó Luke.

- Sería raro - admití.

- ¿Me llamaron? - sonrió Keren.

Aún con su sonrisa podía notar que no estaba del todo contenta conmigo. Keren se sentó junto a Luke. Ambos me estaban mirando y me sentía bajo presión.

- Que día tan bonito, ¿no? - sonreí a medias.

Luke intentó darme una mirada de apoyo. Creo que mis intensiones eran obvias. Todos, muy en el fondo, sabíamos porque estabamos aquí.

- Quiero contarles - dije al fin.

Keren suavizó su rostro y Luke se acomodó en su asiento. Ninguno dijo algo, supongo que para no espantar las palabras que iba a decir. Como cuando te quieres acercar a una paloma sin asustarla.

- Sé que desde que me conocieron pasaron cosas extrañas y estoy cansada, especialmente hoy, de estar ocultándome de algo que no tengo la culpa. Me importa mucho su opinión, pero no más que mi paz interior. - me callé, mordí mis uñas y observé sus expresiones faciales.

Bien, hasta ahora no eran de terror. Tenían curiosidad y tal vez, solo tal vez, estaban preocupados. Era tiempo de terminar con ésto. Si algo importante había en la amistad era la confianza.

- Nací así, no hago brujería. -ante eso, sus caras se distorzionaron un poco. - Les pido que no duden de mi palabra, esto es demasiado difícil de decir. Tampoco me miren como loca y si se quieren largar despues de esto lo aceptaré. Solo escuchenme. Soy Hazel, siempre he sido Hazel, no me lo han cambiado. Tengo quince años, he sido huerfana toda mi vida hasta que los Woods me adoptaron. En toda mi vida solo tuve un amigo. Y por último - tragué saliva.- y creo que lo más importante en todo este caso, es que veo demonios.

Help, I See Dead PeopleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora