Capítulo XIV

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Nos dirigimos al hospital. Aún llevo el pañuelo en el bolsillo. Puede que no sea nada,pero ver esa sangre salir de su boca me ha asustado. Así que mejor vamos al médico y que lo miren. Si no es nada,me quedaré aliviada. Y si tiene algo,mejor descubrirlo cuanto antes. Llevo a mi hijo cogido de la mano que no comprende nada. Me mira con expresión confusa. Al llegar,exijo ver a un médico y le explico lo que he visto. Nos hacen ir a la sala de espera.
-¿Por qué hemos venido al médico,mamá?-Eleonard.
-Para ver cómo está y si estás malito,que te cure-Lubna.
Al de un rato,que se me ha hecho eterno,nos llaman para pasar a la consulta. Le explico al médico lo mismo que a la recepcionista y coge su teléfono. Enseguida viene una enfermera.
-¿Te vienes conmigo?-le pregunta a mi hijo tendiéndole la mano.
Eleonard me mira y asiento sonriendo para que vaya con ella. Una vez que me quedo a solas con el médico,vuelven los nervios y no lo disimulo.
-¿Qué puede ser? ¿Por qué ha tosido sangre? Si estaba bien...-Lubna.
-Relajese señora,le vamos a hacer pruebas y sabremos lo que tiene. Pero para asegurar,le tendremos esta noche en observación.
-¿Dónde? ¿Puedo quedarme?-Lubna.
-Espere en la sala de espera y ya la avisaremos.
Me levanto y salgo del despacho. Los nervios no pueden ir a más. ¿Y si vuelvo a quedarme sola? No podría quedarme sin mi hijo,él es toda mi vida. En lugar de a la sala de espera,salgo a la calle y miro al cielo.
-¿¡Por qué!? ¿¡No lo podíais haber hecho inmortal!?-grito al cielo en busca de una respuesta.
Una niebla se aparece ante mí. Miro hacia el hospital,todo se ha detenido. Aparece Apolo ante mí.
-¿Puedes dejar de gritar? Tu hijo es semidios,pero no por ello tiene la inmortalidad-Apolo.
-Pero si le pasa algo... Tú sabes que tiene,¿verdad?-Lubna.
-No tengo esa información,eso es cosa del jefe-Apolo.
-Exijo verle-Lubna.
-Quédate tranquila,tu hijo te va a necesitar durante bastante tiempo-Apolo.
Apolo va desapareciendo y todo vuelve a la normalidad. Entro dentro sin mucho ánimo y me siento a esperar impaciente. Necesito saber ya qué le pasa. Es muy pequeño como para que le pase algo malo. No se merece esto. No sé quién le ha mandado esto,pero se está equivocando. La vida ya ha sido muy injusta con esta familia. Y en cuanto sepa algo,debo avisar a mi hermana. Tiene que estar enterada.
Me avisan para entrar a la habitación donde está. Le veo conectado a un gotero,tumbado en una camilla.
-Ha sido muy valiente-me informa la enfermera sonriendo.
Miro a mi hijo con una sonrisa para que no sospeche nada. Él está feliz a pesar de todo. Cuando la enfermera se va a retirar,me acerco a ella.
-¿Qué tiene?-Lubna.
-Le informará el médico,enseguida vendrá.

Prohibido rendirse [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora