Prohibido rendirse [Terminada]

Capítulo XVI

No dejo de correr mientras miles de lágrimas recorren mi cara. Me detengo y me siento en el umbral de la casa. ¿Por qué a él? Escondo la cara entre mis manos y lloro amargamente. Esto no puede estar pasando de verdad. Debe ser una pesadilla. Ojalá sea una pesadilla de la que pueda despertar. Miro al cielo como buscando una explicación. Pero no voy a volver a gritar,a pedir una explicación. Pero es evidente que esto es un castigo divino. Quisiera estar en esa camilla,me cambiaría por mi hijo. Cambiaría su lugar sin dudar. Él no se merece esto. Tiene que vivir una vida feliz,como la de cualquier niño jugando,sonriendo,haciendo lo que más le guste. Pero que sea feliz.

Relatado por Clarissa
Llego a casa después de trabajar,pero en la puerta veo a mi hermana sentada.
-Lubna,¿qué te pasa?-Clarissa.
Levanta la mirada. Tiene sus ojos anegados en lágrimas.
-Eleonard...-Lubna.
-¿Le pasa algo? ¿Está bien?-Clarissa.
Lubna se levanta y me abraza. Sigue llorando en mi hombro.
-Se va a... se va a morir...-me consigue decir.
-¿Cómo que...?-le acaricio la espalda intentando comprender sus palabras. Algo malo debe haber sucedido.
Lubna se separa de mí y me explica todo. Ahora entiendo que esté así. Unas lágrimas asoman a mis ojos. No conozco mucho a mi sobrino,pero se hace querer.
-Ahora mismo vamos al hospital-Clarissa.
-No,no quiero molestarte. Debes estar cansada-Lubna.
Al final la convenzo para ir al hospital y estar con el niño. Van a tener mi apoyo sea lo que sea.
Día tras día vamos al hospital y estamos con el niño. Un día llega la feliz noticia que puede volver a casa con un tratamiento. Han sido 3 años durísimos. Sobre todo para Lubna.

Relatado por Artemisa
Voy a hablar con mi padre ara tratar el tema de mi nieto. Me hace pasar y le cuento lo que pasa y el estado en el que se encuentra mi hija.
-No puede escapar a su destino,pero haré que durante unos años pueda hacer vida normal.
-Gracias padre,tu nieta te lo agradecerá-Artemisa.
-Pero recuerda que a la edad de 15 años,subirá aquí para no volver.
Me quedo mirándole asombrada. ¿Qué quiere decir eso? ¿Se convertirá en un dios total?
Me alejo del lugar donde trabaja mi padre. Mi padre es un ser que todo lo puede,para eso es el rey de los dioses. Pero ni siquiera el mismo Zeus puede detener a la muerte. Y ni siquiera me es permitido bajar a la Tierra para consolar a mi hija. Tengo que frustrarme viéndola padecer y sufrir en silencio esa carga tan dolorosa. Porque aquí lo observamos todo. El único que puede bajar es mi hermanastro Apolo.

Relatado por Eleonard
Ya soy lo suficientemente maduro para saber lo que me ocurre. Hace 6 años que convivo con esta enfermedad. Las idas y venidas al médico están a la orden del día. Pero puedo estar en el hogar junto a mi madre. Y visitar a mi tía. Sé que,a su manera,también está sufriendo mi enfermedad. No la tiene tan cercana como mi madre,pero vive a unas cuantas casas de la nuestra. Intento que estemos el mayor tiempo posible. A falta de padre,tengo a 2 madres que me cuidan y miman como al que más. Las quiero y las necesito conmigo. Pero sé que algún día se me irán. O yo me iré antes y tendré que despedirme de ellas. Eso va a ser lo más doloroso. Hoy en clase nos han pedido que dibujemos un paisaje que nos haga felices. He dibujado un árbol,una mariposa y a mi madre y a mi tía apoyadas sobre el tronco. Llego a casa y le doy un beso a mi madre. Dejo la mochila en el suelo,al lado del sofá y le pido que se siente.
-No me asustes,hijo-me dice mi madre cambiándole la cara al instante.
Me siento frente a ella y le cojo las 2 manos. La miro fijamente a los ojos.
-Mamá,tienes que prometerme algo y lo tienes que cumplir-Eleonard.
-Depende qué sea-Lubna.
-Mamá-la miro con severidad.
-De acuerdo,te lo prometo-Lubna.
-Si me pasa algo algún día,arrasa con mis cosas y quemalas. No quiero que te estanques en el pasado sufriendo por mí-le digo muy convencido de mis palabras.
-Pero...-mi madre me mira atónita. No puede creerse mis palabras. Me mira con ojos como platos y mandíbula desencajada.
-Es lo mejor,mamá. Hazme caso-Eleonard.