Hey! I exist (Editanto)

6.- Primer día de clases para mis papas es igual a problemas.

                  

Despierto con los ojos adoloridos y las mejillas húmedas. Me levanto de la cama y miro mi alarma: 7:45 a.m. es mejor tomar un baño, tomo ropa limpia junto con mi toalla y entro a la ducha. Aun después del baño el sueño no logra desaparecer. Me alisto, me peino y bajo a la cocina.

Parece ser un sábado por la mañana casual, papá lee el periódico acompañando a mamá quien cocina, pero nadie habla. Me acerco a la mesa y jalo la silla acomodándome.

–Buenos días Emma –dice mi madre con esa típica sonrisa de: no pasa nada, solo trato de ocultar algún dolor. Pone frente a mí y a papá un plato de hotcakes, fruta picadita, y una jarra de jugo. La miro confundida y a papá molesta.

–Ok que sucede –digo molesta y golpeando la mesa

–Hay Emma, no grites ni golpees así –dice irritado papá y me cruzo de brazos

–Saben, tuve un terrible sueño, bueno pesadilla... donde ustedes me decían que se iban a divorciar y despierto y siento que es real porque nadie habla y eso me pone nerviosa y molesta porque no sé si es real.

–Oh no –musita mi madre y se cubre la cara con ambas manos

–Es real Emma, Molly y yo, tu mamá y yo, nos vamos a separar

– ¿Qué? ¿Por qué? –pregunto y los miro. Pero sus respuestas son interrumpidas. Alguien llama a la puerta, mamá y papá se miran indiferentes y ella camina a abrirla. Escucho voces, pero no conozco a nadie. Hasta que me paro e investigo. Son dos hombres con trajes, no serán los hombres de negro, ya es demasiado con esto.

–Buenos días señorita, usted debe ser Emma verdad –dice uno de ellos y asiento –Park, ya están aquí –dice mamá y papá sale

–Sera mejor que hablemos todos –dice el alto y me señala –y tú Emma, tienes que estar presente.

Estar en la sala con adultos que no hablan es aburrido y desesperante, pero elimina el silencio la risa de mamá. Tampoco puedo creer lo que han dicho creí que eran abogados, pero resultaron ser unos payasos

–Es una mentira verdad –dice mamá burlona y se cruza de brazos

–No –dice el gordito y ruedo los ojos

–Ok, déjenme opinar, están diciendo que si demostramos ser buenos padres y amigos de Emma, sin lastimarla. Nos podremos divorciar.

–Así es señor Roberts y no es ninguna broma

–Ok lo entiendo pero lo que no entiendo es el por qué tienen que ir conmigo a la escuela –digo señalándolos –sin ofenderlos son geniales –digo y ellos me miran fulminantes

–Escucha Emma, cuando nos contrataron tus padres y firmaron el contrato, debieron leer las letras que se encontraban hasta bajo. Son reglas que nosotros aplicamos a los padres que tienen hijos mayores. Son los que tiene más problemas al ver a sus padres alejados, para un niño el enojo y la frustración desaparece con el pasar del tiempo, pero para un adolecente es una cicatriz incurable.

–Por esa razón, ayudamos a los padres y adolecentes aceptar su realidad, logrando que sus padres puedan hacerse amigos y así la separación es menos dolorosa. No habrá problemas de comunicación ni odio hacia ellos, porque a los verdaderos amigos no los odias ni pierdes la confianza.

–Debo admitir que es algo muy inteligente –digo y miro a mis padres –buen trabajo chicos –digo y los miro pero ellos me miran serios

–No tenemos problemas de comunicación –dice mi papá tocándose la nuca y nos mira a las dos