Hey! I exist (Editanto)

24.- Alumna nueva y la mejor obra de teatro.

Quiero matarme. Respiro frustrada y dejo caer la cabeza en el hombro de Dylan quien queja de dolor y me aparto, miro a Jessie, trata de limpiar la sangre de la nariz de Kendall casi con cuidado, pero este es muy cobarde, tan solo ver acercar la mano de Jessie comienza a gritar como niña y a retorcerse de dolor, Austin tiene una bolsa de hielos en la cabeza y los demás bueno, los demás solo están aturdidos, lo mío realmente es grave, he terminado con las uñas rotas, mi ropa sucia y mi cabello, ni decirlo, después de eso, seguro mi estilista lo cortara. Nos acercamos a espiar en la ventana que apunta a la oficina del rector y nos acachamos cuando la profesora Renata nota nuestro fallido espionaje, está más que furiosa, seguro y mañana será nuestro último día que veamos el sol.

–Juro que cuando vea a ese par de nerds voy a matarlos –dice molesta Sam y de su cabello sigue quitándose basura. Tiene razón, después de la gran sorpresa que tuve en el campo, Kendall nos regresó a la realidad, debíamos seguir con el juego, así que salimos corriendo, pero Evan y Jo fueron los primeros en llegar, solo que ninguno de ellos había tomado la bandana, pues se estaban amenazado con un tira papas, y una granada aturdidora, a lo que todo salió mal, ambos lanzaron sus armas y todos salimos heridos, cayeron golpeándose en las gradas y todos cayendo arriba de nosotros, el lanza papas termino incendiándose y cayendo arriba de mí, arruinando mi cabello, menos mal que Austin me ayudo a no morir. Sin duda alguna merece más que la muerte.

–Esta vez tendrás mi ayuda –respondo y me cruzo de brazos.

–Yo que tu bella Emma, pensaría ahora si seriamente en teñirme el cabello. –habla Drake señalando mi melena y los demás asientan dando sus negativas opiniones.

–Ay bueno ya ¿No? Les recuerdo que estoy aquí presente –reclamo y hago pucheros.

–Y lo sabemos, lo decimos por tu bien, ahora, no dejas seguir criticándote, sí, gracias. –habla Camille y los miro sorprendida. Me recargo en la silla con lo el ceño fruncido y miro a Dylan.

–Para mí se ve fabuloso, todo eso, tan rebelde y quemado, pareces toda una estrella de rock. –dice fingiendo tocar una guitarra.

–Lo crees –pregunto y toco mi cabello mirándolo sonriente y tímida

–Eh, sí, mírate eres toda una boom –dice y me largo a reír, al menos él ha sido menos especifico con las palabras, también ríe pero gruñe, si están un poco adoloridos, sigo sin obtener respuesta lógica al por qué siempre nosotros estamos en problemas. Miro de nuevo hacia adentro y abro los ojos asustada el ver que viene hacia nosotros, respiro y la puerta se abre. El rector nos mira y suspira frustrado, abre la boca para hablar pero mis amigos se adelantan y cada quien dice lo que vio y paso en ese momento. Unos moviéndose ridículamente y otros realmente diciendo cosas fuera de tema. Ruedo los ojos y los sigo mirando.

– ¡Callennnseeeee! –grita la profesora Renata cerca del oído del rector, los chicos guardan silencio y regresan a sus lugares.

–Alguien puede decirme por qué siempre son ustedes los que más se meten en problemas. Pregunta y coloca sus manos a la cadera.

–Eso mismo quisiéramos saber –respondo y lo miro, abre los ojos al verme y cubre su boca con ambas manos, que acaso tan mal me veo. En realidad no quiero ni saberlo.

–Y a ti que te paso Emma –cierro los ojos ante tal pregunta para no explotar de rabia, respiro y respondo.

–No pregunte por favor. –asiente aun confuso y carraspea busca con la mirada a los causantes, causantes que no están aquí, seguro ya están en México por el susto, saben que si los encontramos estarán más que en problemas.