Hey! I exist (Editanto)

21.- Dylan no es lo que dicen y esta no es la cita que planee. Parte 1

Maratón 1/3.

–Por favor –dicen al unísono y dramáticos.

–No –Solo di que te dijo exactamente –ruega Jo y rio.

–Tengo que hablar primero con Jessie –respondo y sigo caminando con las cajas en mis brazos. Después de una extraña o casi nada agradable conversación con Dylan el venir al laboratorio no fue la mejor idea que tuve, al parecer los chicos espiaron y ahora quieren saber todo lo que me dijo él.

–Perfecto porque Jessie está por... sabes solo dinos, no diremos nada Emma hermosa por favor

–Evan –hablo entre dientes y lo miro, hace puchero y suspiro dejando las cosas abajo –pero, ambos me podrían ayudar mucho, diciéndome lo necesario que debo saber sobre el famoso playboy Dylan Rowell –ambos me miran sospechosos y me vuelven a mirar, sonrió picara y asienten

–Sera un placer –responden y sonrió.

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Coloco mis manos sobre mi cabeza, cubriendo mis oídos lo más que puedo y así evitar que los gritos de los chicos me rompan los tímpanos, unos simplemente me dicen que no salga con él, otros me alientan a salir con él y los chicos, bueno los chicos solo se han metido a la discusión con cualquier otro tema, suspiro y decido salir de mi habitación de locos. El solo hecho de haber hablado con Evan y Jo, sobre Dylan logro que ahora todos se enteraran, sí que no saben guardar secretos, una vez dicho lo conversado con el rápido enviaron textos, la razón por la que tengo una manada haya arriba discutiendo mi vida "amorosa" como ahora lo han bautizado, me ataron a una silla, al menos Kendall fue el único en consideró desatarme. Ay detesto todo esto. Bajo los escalones, floja, con la esperanza de ver a mi madre y así hablar con ella, pero no está. Entro a la cocina, tomo un vaso y me sirvo jugo de naranja, bebo y me siento en la barra cual ebrio en un bar.

–Sí que te ves terrible –hablan y golpeo la barra fuerte con la mano y atragantándome con la bebida, toso un poco y trato de recuperar el aliento –oye cuidado, esas bebidas son salvajes Emma –ahora si reconozco su voz. Austin, ¿Cómo ha entrado? Eh no importa, me giro y le veo cerrar el refrigerador y en sus manos un plato con mis tacos. –Cómo estas –pregunta y camina hacia el microondas, mete el plato y sincroniza, se cruza de brazos y me mira –tienes algo en... –apunta su barbilla sin terminar de hablar, capto al instante y tomo papel para limpiarme el jugo

–Y bien Austin, ¿Qué haces aquí?

–Jo, envió un texto –responde mostrando su celular –se me hizo interesante y veme aquí

–Pues pudiste haber llamado, no eres un criminal, además la gente normal acostumbra a llegar a una casa con pena y no asalta el refrigerador –rueda los ojos ante mi comentario y saca el plato, me mira sonriente y rio sarcástica

–Esos son mis tacos –digo y muerde –Son muy buenos tacos, dime, esos gritos se deben a tu futura cita con Dylan

–No es de tu incumbencia y habla después de tragar, es asqueroso –hablo y lo miro fija y con las manos a la cadera, ríe y después hace una mueca

–Tienes razón, no me importa –se retira sin decir más, no sin antes girarse de nuevo hacia mí y morder de nuevo el taco, molestándome.

–Sí, Austin, vaya madurez –respondo y veo como sube las escaleras "No me importa" me repito burlona y bufo cruzándome de brazos, tomo mi vaso con jugo y subo corriendo a mi cuarto de locos. Las tonterías de los chicos siguen en pie me siento en la cama y los observo, Jessie me quita mi vaso y bebe regresándomelo vacío, quejo con puchero y lo dejo en el escritorio.

–Tienes que cancelarlo, tienes que ir –dicen al unísono y me señalan. Los miro obvia y entre ellos intercambian miradas, esto sí que será más complicado de lo que pensé. Regresan a su discusión y escucho varias risas, giro hacia mi derecha y veo a Austin, disfrutando de mis tacos y de la escena de los chicos.