22.- Esta no es la cita que planee. Parte II y ella... mi hermana.

2.7K 201 44
                                    

Maratón 2/3

Muerdo mi labio inferior pensando en que es lo que haré para que mis padres no se sientan tan celosos, esto no es un juego de niños y creo que a ellos no les ha quedado claro, me siento como un agente del F.B.I observando y enviando textos a mi pareja de vigilancia: Dylan. Esto debe ser una maldita broma, escuela nueva y ya estoy haciendo locuras, después de esto necesitare pasar horas en el spa. Dylan se ha encargado de vigilar a mi padre y yo a mi mamá. Gateo hasta la siguiente mesa y me pongo detrás de una joven pareja. Mi celular suena y contesto.

–Tienes algo –pregunto sin apartar la vista de mamá.

–Aparte de mi hambre.

–Dylan.

–No, tu padre es más divertido cuando esta con tu mamá, siento que vigilo a un zombie, un zombie sin cerebro.

–Se les llama zombie por una razón.

–Quisieras discutir esos detalles otro día, estamos en una operación C.I.T.A.

–Operación cita, estás loco, solo conversa con él y así hacer que mamá no tenga una casi buena cita. Ahora has tu trabajo o yo me encargare de hacerte sufrir. –respondo fuere y furiosa, me levanto y veo a la pareja observándome como bicho raro. –Hola, bonitas zapatillas –me giro pero me regreso y les quito su plato de macarrones, pongo detrás de algunas plantas ornamentales y Dylan llega salvaje a mi lado

–Y bien, hablaste con él ¿Qué te dijo?

–Ah –musita y me mira –define hablar

–Qué, hablaste con el sí o no

–Sí, defines hablar como, decir el plan, cuenta como un intercambio de palabras ¿No? –Lo miro con el ceño fruncida –entonces digamos que me fue mal –golpeo mi frente y mira los macarrones, le ofrezco el plato. Y miro a mi madre, al parecer se toma esto bien, no me ha enviado otro texto, espero y sea algo bueno.

¿Dónde estás?

–Mamá

Atrás de estas horrorosas

plantas ornamentales.

–Emma

Escribo y levanto la vista para verla, ni siquiera tiene su celular en la mano, eso quiere decir que, doy un pequeño grito que es ahogado cuando siento un jalón en los hombros y cubren mi boca, miro hacia la derecha y Dylan solo saluda, lo tienen sostenido de la nuca, trato de zafarme, pero no puedo, hasta de lo hacen y me giro asustada a ver a la persona o criminal.

–Papá

–Hola Emma, Dylan –se cruza de brazos burlón y mirándonos fijos, miro a Dylan obvia, vaya que es excelente vigilando a las personas, agentes del F.B.I claro. –No les han dicho que vigilar a las personas es de muy mala educación

–Y no te han dicho que robar celulares es malo

–No robe nada –dice y señalo el celular de mamá que está en su mano

–Lo pedí prestado, pero ella no lo sabe. Ah ese no es su problema, pero déjenme ser generosos con ustedes –truena los dedos y un mesero se acerca a nosotros –por favor, llévelos de nuevo a su mesa y... –dice y le susurra algo en el oído, el mesero lo mira confundido y papá lo sonríe dándole algunos billetes. Ahora si es un buen momento para el pánico.

Estoy más que molesta, estoy hirviendo de la furia, gruño en mis adentros, ni siquiera puedo moverme bien, se nota que no es un padre normal. Suspiro y vuelvo a gruñir pero ahora si fuerte, esto arruinara mi cabello y mi ropa.

Hey! I exist (Editanto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora