Capítulo 22.

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Narra Liz:

Comprobado: Los labios de Andy Biersack pueden ser más tentadores que cualquier manzana.

-R-á-p-i-d-o-L-i-z.- Me apuró Emily. Mi ceño se fruncio un poco. Primero porque no entiendo su idioma raro (o no lo quiero entender, ya que es muy fácil) Y segundo porque Emily, ella nos interrumpió.

Bruja enana, hija de Satán, espero que te saquen tus... ¿Barbies?

*Flashback*

- ¡A-N-D-Y! ¡L-I-Z! ¡T-e-n-e-m-o-s-q-u-e- i-r-a-c-o-m-p-r-a-r!- Se escucharon los gritos por el pasillo. No me puse a pensar qué significaban todas esas palabras. Es qué.... Eran muchas letras.

Eso me hizo caer unos cuantos kilómetros más abajo de la nube en la que me encontraba.

Andy se separó de mí más rápido de lo que salgo del salón cuando toca el timbre para ir al receso y dirigió su mirada hacia la puerta. Donde una niña rubia apareció. Emily.

Andy y yo le dedicamos una sonrisa nerviosa y un tanto falsa, al menos la mía lo era.

- L-o-s-e-s-t-a-m-o-s-e-s-p-e-r-a-n-d-o-e-n-e-l-a-u-t-o.- Juró que mataré a él que inventó los concursos de deletreo.

Miré a Andy, quién parecía que había captado el mensaje.

- Quieren que vallamos a comprar.- Me explicó Andy con una sonrisa burlona.

* Fin del flashback *

Seguí caminando con pereza, era un día caluroso y no tenía ganas de hacer nada. No tenía ni la menor idea de por qué había aceptado ir al "pueblo"

Andy llegó a mi lado y juntó su mano con la mía mientras lucía una sonrisa en su rostro. Eso hizo que mis quejas mentales se detuvieran.

Creo que Andy no se había dado cuenta de su acto hasta unos segundos después, cuando trató de separar nuestras manos, pero yo se lo impedí.

El camino no era tan largo si ibas todo el trayecto en auto, pero a Andy se le ocurrió estacionar unas cuantas cuadras antes y "pasear" un rato.

No estaba de acuerdo con esa idea, hacía mucho calor para caminar. Y eran vacaciones la idea era descansar todo el día, eso sonó muy yo.

Una señora castaña y (MUY) mayor paró al frente nuestro, haciendo que nos detuviéramos. Tenía una sonrisa un tanto gastada mientras nos miraba con curiosidad.

- ¿¡Son mellizas!? ¡Pero qué bonitas! - Dijo mientras apretaba los cachetes de Annie y Emily.

Le sonreí amablemente y dije un leve "Sí" acompañada con una asentamiento.

- ¿¡Y son suyas?! - Mi sonrisa amable desapareció.

Wow, wait a minute vieja, creo que su cerebro también esta gastado. ¿En realidad ella piensa que yo y Andy pudiéramos tener hijos a los diez años?

- Mire dinosauria chusma, a usted no tendría que importar la vida de los adolescentes de ahora. ¡Vayase a tejer si no tiene nada que hacer! ¡Y deje las telenovelas mexicanas que la están haciendo ilusionar, entre eso y su edad piensa que el hermano de unas niñas es su padre! Y de acá directo al oculista o al museo paleontológico, creo un dinosaurio con todos los huesos, no vendría nada mal.- Terminé de decir mientras oía como la vieja decía su último comentario que tenía que ver con "los irrespetuosos jóvenes de ahora".

Seguimos nuestro camino al supermercado como su nada hubiese pasado. O al menos yo, porque recibí extrañas miradas de los Biersack mientras terminaba el camino.

Vacaciones con los Biersack - Andy Biersack. PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora