catorce.

499 35 1
                                        

Querido Paulo:

Ésta noche entraste por mi ventana como lo hiciste durante muchas otras, pero no te quedaste a ver el amanecer juntos, como estábamos acostumbrados.

Dieron las 4 de la madrugada cuando tu celular te alertó de una nueva llamada, en pleno beso; no querías responder, pero yo insistí separándome de todas formas. No sabes cuanto me arrepiento de eso.

Te escuché hablar sobre un aeropuerto y el nombre de una mujer, para luego cortar con un "enseguida voy". Y así fue, caminaste hasta mi y besaste mi frente, te pusiste tu chaqueta antes de asomarte a la ventana. Me sobraron ganas de pedirte que te quedes, pero no lo hice; hay cosas que deben nacer de una persona, como permanecer, querer permanecer. Y al parecer tu no querías.

"Nos vemos An, te quiero" Susurraste antes de irte, dejándome sola en la oscuridad de mi cuarto.

Y sin notarlo, te habías escapado de mis manos otra vez. Entonces lloré, hice lo que te prometí no volver a hacer aquella noche que me encontraste entre lágrimas en ésta misma habitación; pero si tu no cumpliste tú promesa de estar siempre, ¿por qué yo debería cumplir la mia, Paulo Dybala?

Anna.

Dear Paulo; Dybala [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora