Hola, imposible.
Acabo de entrar en mi habitación después de haber salido recién levantada y ver que estabas en la cocina.
No he podido evitar ponerme nerviosa cuando dijiste lo bonita que me veía así.
Yo te mostré el dedo del medio y me di media vuelta para irme, pero ya sabes como soy yo.
Aunque te reíste de mi acción, lo siento.
Inesperada.
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Hola, imposible.
Short StoryKatie, un amor imposible, un cuaderno secreto y un bolígrafo.