Mi primer amor

5- Mi primer beso

Estaba tan confundida, nunca me había sentido así de nerviosa.

- Lo siento... - digo poniendo mi cabeza sobre su pecho y abrazándolo.

Él me abraza y no dice nada, pero podía escuchar su corazón latiendo igual que el mío.

Estábamos camino a casa, no habíamos dicho ni una palabra después de ese momento tan incómodo.

***

Llegamos a nuestro piso, y yo me dirigí a mi apartamento.

- ¡Oye! - Miro desconcertada a mi vecino que estaba en la puerta de su apartamento. - no te olvides devolverme mi chaqueta. - Me sonríe y me guiña un ojo antes de entrar.

Sonrío ante el comentario de Ank. Marta me estaba esperando preocupada.

- Señorita... Su padre llamó y dijo que vendría mañana en la mañana.

- EH?!?.. ¿Que le dijiste?- Me alarme, pues apenas llego a la casa y era mi fin si él se enteraba de esto.

- Pues... Le dije que usted se encontraba durmiendo. - Al escuchar esto me quedé sorprendida, creí que ella iba a ser como una "espía" de papá, pero creo que me equivoqué.

- Gracias... Pero ¿porqué vendrá? - no me quedaba tranquila sabiendo que vendría.

- Me dijo que quería venir a ver tu apartamento.

Después de eso comí y me encerré en mi habitación, tenía mucho en qué pensar, primero en el porqué quería besar a mi vecino, segundo en el hecho de porqué mi papá quería venir a visitarme y tercero el porqué Marta le había mentido a mi padre.

Estaba cansada, no pasó mucho tiempo para quedarme dormida.

Me desperté, hacía frío, miré a la ventana y estaba Lloviznando. Me levanté y me duché con agua tibia, no quería helarme.

Estaba un poco dormida. Y aún sentía mis ojos pesados. Al terminar de arreglarme, salí para desayunar con Marta.

- oye, ¿no has visto una chaqueta negra?- Le pregunté mientras tomaba un poco de milo.

- ¡oh!, sí, la lavé ayer y se la deje en su armario.

- Gracias... - Me fui rápidamente a buscarla.

Cuando la encontré, me dio curiosidad si su perfume aún estaba en su chaqueta, pero para mi sorpresa no era así.

- Tiene mi aroma... - susurré para mi misma.

No tenía ni idea de cómo mi aroma se le había pegado tan rápido a su chaqueta.

Eran las 7:30 am, cuando salgo de mi apartamento, con la chaqueta de Ank en mis manos, decidida a entregársela.

Estaba en su puerta, creó que me arrepentí, no, ya estoy aquí no hay vuelta atrás.

Toco, y cuando la puerta se abrió, lo vi, su pelo estaba mojado y su camisa estaba medio abotonar, se veía sorprendido.

- ¿Qué haces aquí a esta hora? - Me sonríe y me hace el ademan con sus manos para que yo siguiera.

- Con permiso... - dije entrando, esto es incómodo... - Toma - le largue la chaqueta, con la mirada baja, pues sentía vergüenza el averla tenido todo éste tiempo.