Capítulo 2: De vuelta al bar.

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Al día siguiente me fui al trabajo como todas las mañanas, muerta de sueño y con demasiadas ojeras...
La verdad es que fue una mañana tranquila, no tuve mucho trabajo, me vino bien porque tenía resaca, todo por culpa de las amigas que tengo, todas locas.
Antes de salir me llegó un mensaje de una de mis amigas:
"¿Te vienes a comer? Bájate cuando salgas a la puerta de la casa de Ana, y ya vemos a que sitio vamos."
Pues le dije que sí, cuando acabé el trabajo bajé a la puerta de la casa de Ana y allí estaban todas.
-Patri, donde te apetece ir a comer?
-Podríamos ir al bar de ayer.- Le dije con una sonrisa en la cara.
-Otra vez allí? Uy, algo has visto tu en aquel bar...
-No seas tonta, me gusta como se come allí, nada más.
-Bueno pues vamos entonces.
Me subí en el coche y ellas fueron delante, llegamos, aparcamos y nos bajamos. Cuando nos bajamos y íbamos hacia la puerta del bar vi que estaba Héctor fuera, fumándose un cigarro. Yo no se que me pasó que me empecé a poner nerviosa, y una de mis amigas me lo notó.
-Con que se come bien eh...A ti lo que te pasa es que el camarero te ha gustado.
-Que dices no digas tonterías anda.
Llegamos a la puerta y:
-Ahora mismo paso y os atiendo chicas.
Ana no paraba de mirarme y reír, pasamos y nos sentamos, y en poco tiempo ya entró el: "Que os pongo?"
Le dijimos lo que queríamos y cuando se fue para la cocina Ana me dijo:
-Patri, tu le deberías de haber dicho que te pone un poco.- Dijo partiéndose de risa.
-Que tonta eres calla ya.- Dije riendo.
Cuando vino a traer la comida antes de irse Ana le preguntó:
-Oye, me ha parecido verte hoy en la puerta del cole con un niño pequeño, estabas allí o me estoy confundiendo?
-Te estás confundiendo, de hecho no tengo hijos.- Dijo él con una sonrisa en la cara.
Cuando se fue miré a Ana con ganas de cortarle el cuello.
-No me mires así, gracias a mi sabes que no tiene hijos.-Dijo guiñándome un ojo.
La miré con la mano puesta en la frente y el vino para ver que postre queríamos, se lo dijimos y se volvió a ir.
Las demás y Ana algo tramaban, no paraban de echarse miraditas y reír, las conocía de sobra como para saber que algo iban a hacer.
Una de ellas se levanto para ir a por los postres.
-Porque vas tu a por ellos?.- Le pregunté.
-Porque los traigo y de paso saco tabaco.
Se fue a por los postres, y justo cuando iba a cogerlos, se puso a hablar con Héctor, yo me empecé a poner nerviosa, no sabía lo que le estaría diciendo, sólo veía que le hablaba y ella movía la cabeza asintiendo.
Cuando vino ella con los postres:
-Que le has dicho?.- Le dije nerviosa.
-Nada tranquilízate, sólo que si vivía aquí.
-Y que te ha dicho?
-Que sí, y le he preguntado:"Vivirás con tu pareja no?" Y me ha contestado que desde que tuvo el accidente con la moto no está con su pareja, desde hace unos 6 meses, y que tampoco ha tenido tiempo porque está trabajando siempre. De nada Patri.- Dijo guiñándome el ojo.
-Pero vosotras sois de lo que lo que no hay.- Dije avergonzada.
-Patri para que te vamos a engañar, el camarero está muy bueno.
-Que no me gusta, como os lo tengo que decir?
Nos acabamos los postres, pedimos la cuenta y antes de irnos, todas mis amigas:
-¡Adiós Héctor!
-Adiós chicas, espero veros pronto por aquí.- Dijo con una sonrisa.
Nos subimos en los coches y me dijeron que si mañana me iba a desayunar con ellas antes del trabajo, y les dije que sí.
Llegué a casa, y la verdad que contenta porque sabía que Héctor no tenía ni pareja ni hijos, ¿a quién queria engañar?, pues sí, me gustaba un poco más.

Un último adiós. #1 [Acabada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora