Capítulo 10: Mi apoyo.

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No había comido a si que le hice la cena para que comiese algo, tenía muy mala cara y con razón, estaba pasándolo realmente mal. Cuando acabó de comer:
-Ven, te acompaño a la cama que necesitas descansar.-Dije cogiéndolo de la mano para llevarlo al dormitorio.
-Y tu?.- Dijo parándose en medio del pasillo.
-Yo dormiré en la otra habitación, así tu duermes mejor.-Dice dandole un beso en la cara.
-Yo duermo mejor contigo, vente conmigo porfa.-Dijo dándome un beso.
Me fui con el a la habitación y nos acabamos durmiendo abrazados el uno al otro.
Por la mañana me levanté antes que él y hice el desayuno para los dos. Cuando terminé lo desperté como el me despertó a mi la primera noche que dormimos juntos, a besos.
-Venga despierta, te he preparado el desayuno.-Dije dandole un beso. Como estas hoy?
-Bien...-Dijo agachando la cabeza.
No pudo evitar llorar, y lo entendía porque había perdido a su padre, lo abracé con todas mis fuerzas y le dije que siempre iba a estar ahí para estar con él y apoyarlo. Se levantó a desayunar y no comió casi nada.
-Héctor no has comido nada.-Dije dandole una caricia en la cara.
-No tengo nada de hambre.-Dijo mirándome. Me noto muy flojo.
-Entiendo que estés mal por lo de tu padre, pero tienes que comer mi vida.
-Lo sé, pero tengo el estomago cerrado.
Se levantó y se fue al salón y se tumbó en el sofá, yo mientras hice la cama y limpié la cocina. Estaba un poco preocupada porque no desayunó nada y al medio día tampoco comió nada. Estaba muy triste y me mataba verlo así. Durante una semana estuvo sin comer nada, se quedó más delgado y tenía mala cara, hasta que decidí decirle de ir al médico. Él no quería ir porque decía que estaba bien, pero los dos sabíamos que no.
-Vamos Héctor, tienes que ir por favor.-Dije poniéndole mis manos en su cara.
-Patri estoy bien de verdad.-Dijo dándome un beso.
-Héctor llevas sin comer una semana, y tienes muy mala cara.- Dije quitándole las manos de la cara.
-Está bien iré pero por ti no por otra cosa.
-Venga vamos.
Fuimos al medico y estuvimos esperando en la sala de espera a que lo llamasen, él estaba un poco nervioso.
Lo llamaron y pasamos dentro.
-Dígame que le pasa Héctor.-Dijo el médico.
-Lleva una semana que no come nada, y tampoco tiene fuerzas.-Dije yo.
-Mira le vamos a mandar una analítica para ver como tiene las defensas y tomarle nota de lo demás.
Él fue a que le hiciesen la analítica y yo me esperé fuera, al rato salió sujetándose un algodón y con cara de pena.
-Te han hecho mucho dañito?.- Le dije riendo.
-Si tu ríete pero las agujas no las soporto.-Dijo mirándome.
Bueno ahora solo quedaba esperar los resultados de la analítica y ver como salían.

Un último adiós. #1 [Acabada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora