Capítulo 44: A peor.

322 17 0
                                    

A media noche noté como estaba más caliente que antes, me despegué de Héctor y me senté en la cama, lo miré y estaba dormido, estaba cansado y me daba pena despertarlo. Intenté levantarme a por el termómetro, me mareé y me tuve que volver a sentar en la cama. Héctor se despertó.
-Patri que te pasa?.-Dijo asustado.
Se levantó y me toco la frente con su mano.
-Joder estás ardiendo si creo que estás peor que antes!
-Héctor me duele todo, la cabeza me va a estallar.-Dijo sin casi poder hablar.
-Voy a por el termómetro.-Dijo levantándose rápido.
Trajo el termómetro y me lo puso.
Mientras que pitaba:
-Que hora es?.-Le dije a Héctor.
-Las tres y media, por qué?.-Dijo él.
-Estás cansado Héctor, duérmete y cuando pite te digo cuánto tengo.
-Ni hablar, no te preocupes por mí, ahora tú necesitas toda mi atención.-Dijo cogiendome la mano.
-No sé cómo agradecerte tanto...-Dije casi con lágrimas en los ojos.
-No me tienes que agradecer nada mi amor.-Dijo dándome un beso.
Al rato pitó el termómetro y Héctor lo miró rápido.
-Madre mía Patri, tienes cuarenta y medio!.-Dijo preocupado. Tenemos que ir al médico.
-No Héctor no! No me lleves al médico por favor.-Dije abrazándolo.
-Pero si no te baja la fiebre, tienes que ir Patri.
-Héctor no por favor, quiero quedarme aquí contigo.-Dije sin dejar de abrazarlo.
-Está bien, túmbate aquí, te voy a poner paños de agua fría y a ver si te baja, como no te baje me da igual lo que me digas, iremos al médico.
Fue a por una toalla pequeña mojada en agua fría y escurrida y me la puso en la frente.
-No te enfades Héctor.-Dijo con tristeza.
-No me enfado cielo, solo me preocupo por ti, no quiero que estés así y mucho menos que te pase algo.
No pude evitar que se me saltasen las lagrima, esa noche estaba que lloraba por nada, y no pude evitar llorar cuando me dijo eso.
-No llores mi vida, ahora más que nunca tienes que ser fuerte.-Dijo limpiándome las lágrimas.
Yo no podía ni hablar, entre la fiebre y el llanto estaba malísima.
-Quieres que te abrace?.-Dijo con una sonrisa.
Asentí con la cabeza.
-Lo que te gusta a ti qué te abrace tu marido eh.-Dijo abrazándome.
En ese momento lo llamaron por teléfono, era Ana.
-Dime Ana.
-Estás despierto? Eso es que pasa algo!
-Bueno no ha mejorado, le ha subido la fiebre un poco más, y no quiere ir al médico.
-Pero Héctor y entonces?
-Le he puesto paños de agua fría para ver si le baja.
-Madre mía, y ella que dice?
-Hace nada estaba llorando, ahora se está quedando dormida.
-Por qué lloraba?
-Ya sabes cómo es, hay noches que está ella sentimental y llora por nada.
-Y en este caso por qué ha sido?
-Porque dice que no sabe cómo agradecerme lo que la cuido.
-Héctor es que está muy enamorada de ti, y me encanta como la cuidas.-Dijo Ana.
-Me parte el alma verla así, está pálida y ardiendo.
-Menos mal que estás ahí con ella, esto te lo digo de verdad, estamos todos muy tranquilos de saber que está contigo y que tú la cuidas.
-Gracias Ana, y gracias por llevarnos al hospital.
-Héctor no me des las gracias por eso!
-Veniros mañana a comer aquí si queréis, le vendrá bien que vengais, a ver si se anima un poco.
-Vale allí estaremos, descansa Héctor, y ojalá que mejore.
Colgó el teléfono y vino de nuevo al dormitorio, yo estaba dormida y me quitó el paño de agua fría y me puso el termómetro de nuevo, se tumbó a mi lado y me abrazó.

Un último adiós. #1 [Acabada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora