-Bueno clase, sacad los libros de Física y Química y el trabajo que os mandé el pasado martes.
-Mierda, ¿había qué hacer un trabajo?- le pregunté a Nate
-Claro tío, el trabajo ese que nos mandaron sobre los líquidos y sus características.
-Joder, empezamos bien la semanita, ayer suspendí la recuperación, no he traído ni la mitad de las cosas que tocaba hoy y ahora esto.
-Bah, tranquilo, ya sabes que nunca pone incidencia por no traer la tarea hecha.- me intentó consolar, sin éxito alguno.
"¿De verdad tenemos que desperdiciar el tiempo en esto?" estaba pensando. Pero en verdad, con el horario que me había tocado, todo me parecía un desperdicio de tiempo el instituto. Y cómo no, el día más tedioso y largo de toda la semana entera. Y, para mejorar, el día lloviendo, con lo cuál no podríamos salir al patio, y nos quedaríamos dando clase. Un día estupendo, cómo no. Nunca en clase había estado tan desatento y distraído que con las clases de Mrs. Elizabeth. El tiempo parecía distorsionarse e ir exageradamente pausado; cada minuto era una eternidad. Pero hoy, de la nada, apareció Mr. Smith, entró en el aula exhalando:
-¡Venga, salid todos, evacuación inmediata del instituto!
Todos se quedaron algo confusos, pero a mí me parecía bien. Lo que fuera con tal de saltarme clases (sobretodo la de Física y Química).
-¿Pero qué pasa?- preguntaron algunos de mis compañeros.
-EVACUACIÓN INMEDIATA YA.
Salimos algo preocupados, y algo rápido hacia el patio interior del instituto, como todos los demás estudiantes. En unos cinco minutos aproximadamente, todos los estudiantes estábamos aguardando, sin saber qué hacer ni qué nos dirían.
-Alex, ¿qué crees que estará pasando?- me preguntó algo turbado.
-No sé.- le conteste seguro de mí mismo-Seguramente alguien habrá roto una ventana o algo así y se habrán puesto algo melodramáticos.
-No sé... Mr. Smith parece algo angustiado.
-Todos los estudiantes del Instituto de Educación Secundaria, hemos de realizar una evacuación. A la salida, les especificaremos algunos datos más.-dijo en alto el director.
Acto seguido, se nos comunicó que volviéramos urgentemente a nuestros hogares, y que no saliéramos de ellos en unos días. Ya un poco alejados de aquel mar de gente preocupada, empecé a charlar con Nate:
-Pues a mi me parece genial que me manden a mi casa sin que tenga que ser con un papelito de "Su hijo ha sido expulsado".
-¿Tú siempre tan bromista, no?
-Hay que tomarse las cosas con humor. Esa es mi filosofía.
En ese preciso instante, mi móvil empezó a vibrar y, sonó mi tono de "Ataque a los titanes". Al parecer era mi madre:
-Cariño,-decía preocupada y sollozando- vete con Nate y con su familia, y por favor, no hagas ninguna locura.
-¿Pero qué pasa?- ya me estaba empezando a preocupar.
-Tú haz lo que te digo, por favor.-siguió hablándome sollozando- Y si vienes a casa y no estamos después de lo que está ocurriendo, súbete al pueblo, nos habremos refugiado allí.
-¿Pero qué cojo...?- ahí , mi madre me colgó.
-Vale, ya sabes, a mí casa pitando ostias- me contestaba aun más preocupado.
En ese preciso instante, estaba bastante acojonado. ¿Pero qué se estaba acaeciendo en esos momentos? Lo único que estábamos era dirigirnos de forma rápida y audaz.
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50 Días Después
Ciencia FicciónAlex, de 16 años y estudiante, tiene que aprender a sobrevivir en un mundo devastado por un virus asesino que transforma a la gente en personas con una conducta agresiva y errática, cuyo nuevo pensamiento es el devorar a los humanos como si de caníb...