1. "¡Soy Voluntario!"

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Ya todos conocen la historia de la Rebelión. 13 Distritos se rebelaron contra el Capitolio,  los 12 primeros se rindieron. Pero el 13 siguió luchando. No desistió, y por eso fue destruido.

Luego de vencer en la guerra, el Capitolio firmó el tratado que hablaba sobre la creación de Los Juegos del Hambre, un Reality-Show en el que 24 chicos y chicas pertenecientes a los Distritos deben matarse unos a otros.

Pero ellos no lo ven como una forma para evitar una nueva guerra. En el Capitolio lo ven como un evento glamouroso para entretenerse...

Sus habitantes tienen todo lo que necesitan y más. Ellos disfrutan ver como los tributos caen... Y eso es lo que enfurece a los Distritos. Pero tenemos que reprimir esa ira. Si hubiera otra rebelión, no podríamos ganar.

* * * * * * * *

Ese día me desperté a las 5 de la mañana. ¿Cómo uno puede dormir tranquilo sabiendo que al día siguiente es la Cosecha y que puede salir elegido? En realidad no temía por mí. Si fuera a los Juegos sé que tendría alguna oportunidad de ganar. Pero mi mayor preocupación en ese momento es Cressida. Ella es muy jóven para ir a los Juegos. Es demasiado frágil e inocente. No quiero que esa chispa de encanto que sólo ella tiene sea corrompida por el horror que producen los Juegos del Hambre.

Me lavé la cara. Podía ver las ojeras en mis ojos. Hacía un par de días que no podía dormir bien gracias a las pesadillas que me acechaban. Pero era una única, que se repetía constantemente. Podía ver el rostro de Cressida con una expresión de terror, y a continuacion imágenes estremecedoras de manchas de sangre, acompañadas de gritos. Lo último que veía antes de despertar era el rostro de mi hermana tieso, con una mirada fija a ninguna parte. Y luego yo, tocándola, para comprobar que está muerta, y luego verla desvanecerse hecha polvo en el viento.  Luego de eso despertaba aterrorizado, con la respiración agitada y el rostro empapado de sudor.

Salí de la casa y fui directo al bosque. Llegué hasta el mismo lugar al que voy todos los días: Al viejo roble. Es un árbol robusto y produce mucha sombra. Me recuesto contra su corteza, gruesa y áspera. Intento calmarme y pensar positivamente. "Cress no saldrá elegida... Ella estará bien". Intento convencerme, pero es difícil.  No puedo ni imaginar escuchar su nombre hoy en la Cosecha. No voy a dejar que pase...

Cuando vuelvo a la realidad, me doy cuenta de que debo darme prisa y volver a casa a prepararme para la Cosecha. No puedo faltar. Nadie puede faltar si no quiere ser arrestado, latigado o ejecutado.

Me levanto, apresuro el paso y llego a casa a tiempo para darme un baño. Mamá ya ha calentado el agua y me ha estado esperando. Allí está Cressida, sentada en una sillita del comedor. Lleva una camisa blanca, Falda larga color cian claro, medias blancas y zapatos de charol. Es el protocolo de vestimenta de las niñas. Lleva el cabello recogido en una media coleta.

— Buen día, princesa... -La saludo-.

— ¡Oh! ¡Tris! estaba preocupada. Pensé que te habías fugado antes de la Cosecha... No te ví hoy en el desayuno.

— Hoy se me ha ido el apetito...

— A mí también, un poco... -Se nota que está aterrada. Puedo verlo. Cómo no, si hoy es la Cosecha-.

— Tranquila, princesa. Yo te prometo que si llega a salir tu nombre, haré lo que sea para que no te vayas. Me ofrecería como Tributo sólo para protegerte allá... -Su expresión tensa se relaja, y sonríe levemente-.

— Creo que deberías darte un baño... En un rato debemos irnos a la plaza.

— Si -Respondo y voy directo al baño-.

Mamá ha puesto a hervir el agua, así que esta está caliente. Me cubro de jabón y me restriego con la esponja áspera. Lleno un recipiente con agua y lo vierto sobre mi cabeza, y toda la espuma se escurre.

Luego del baño me dirijo a mi recámara y me visto según el protocolo: Camisa blanca, pantalón de vestir (En este caso color azul francia) y zapatos mocasines.

Luego salgo al comedor. Allí están mamá y Cress arreglando los últimos preparativos antes de irnos.

— Deben irse ya -Dice mi madre- Van a llegar tarde.

Tomo de la mano a Cressida y salimos corriendo de casa, apresurados para llegar a la plaza.

Están ordenando la formación. Cressida aprieta mi mano, y cuando nos van a separar, se aferra a mí, por lo que unos Agentes de la Paz intervienen.

Nos ubican. De un lado las niñas, y del otro los varones.

Un silencio se apodera del lugar. Llega la hora de escoger a los "afortunados" jovenes que representarán al Distrito 7 en ésta prueba de fuerza y valor...

Repiten las misma aburrida proyección de todos los años. Mellie Kravitz, la acompañante de nuestro Distrito, procede a sacar las papeletas. Se acerca a la bola de las chicas.

— Bueno... Como dicen... Las damas primero... -Elige un nombre al azar y se acerca al micrófono- Y el Tributo femenino del Distrito 7 es...

Esto no puede estar pasando...  Ella no... Mellie acaba de decir su nombre: "Cressida Fink".

Cressida comienza a avanzar entre el público hasta donde ella está. No puede responder sus preguntas. Así que Mellie la abandona y se dirije a la bola de los varones.

No lo pienso dos veces. Jamás lo pensaría dos veces. Es mi hermana y la protejeré siempre.

— ¡Me ofrezco Voluntario como Tributo!








TristanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora