Chelits

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    No le hacíamos caso a nadie, teníamos nuestras parcas y mochilas sobre la mesa, ningún lápiz, ningún cuaderno. Llegó el inspector y la miss era un atado de nervios. Nos había llamado la atención ya tres veces por "echarnos en las sillas como vacas". Pero él no necesitó decirnos que nos sentáramos bien. Más bien nos hizo ponernos de pie

-Adriazzola- comenzó a nombrar por apellido-Belmar- la Ami no quería ir, porque Nico (a quien nombraron primero) tampoco se había levantado, Chico le hizo una seña para que lo hiciera, pues ella estaba dispuesta a mantenerse sentada, en señal de protesta, como si hubiéramos organizado una rebelión en ese instante, pero Nico no se había parado por otras razones.- Boehm- me llamó y fui a su lado convenciendo a la Ami de ir- Hoffmann- El Chris afirmó a Nico hasta el frente y todos se dieron cuenta, comenzaron a reirse y a cuchichear.- Silencio...- pidió el inspector- Fehrmann, Kesternich, Poehlmann.

Todos. Todos a dirección. Como siempre. Menos Klauz. Él no se metía en problemas y se quedaba entre los puestos vacíos.
Nos hicieron tomar asiento en las 7 sillas que tenían que tener permanentemente frente al escritorio del director.

-¿Qué quieren que les diga? ¿Que están condicionales? ¿Que la embarraron de nuevo y los rete otra vez? ¿Qué puedo hacer para que entiendan?-el director era un hombre calmado, para él era mejor que nos portaramos mal, porque así podía extorsionar a nuestros padres, pidiéndoles más dinero para mantener nuestra matrícula.
Pero el momento no fue bueno porque el Nico todavía andaba mal, hizo unos movimientos extraños, se estaba intentando aguantar, se levantó de la silla abrúptamente, pero no había nada que pudiera hacer para evitarlo, vomitó en toda la alfombra. Nos reímos, él rió también. Llegó el auxiliar. Nos odiaba. Siempre lo hacíamos trabajar demás. Rompíamos cosas, Rayábamos las paredes...
-¿Qué les parece tan gracioso?-exclamó el director- Tú- continuó, señalando a Nico- Anda al baño, voy a decirle a la secretaria que llame a tu apoderado.
-Suertudo- dije entre dientes. Pff, ya me lo imaginaba, "¡Me siento mal, mami! Me duele la guatita" jajaja no no no, a sus viejos ni siquiera les importaría.

-Quédense aquí-dijo el director. Salió y nosotros nos pusimos de pie

-¡No no no no no!- el auxiliar leyó nuestras mentes, intentó obstruirnos el paso pero sólo era uno contra seis. Abrimos la ventana-¡Oigan, se están yendo!- fue a buscar respaldo. Muy tarde. Para cuando alguien volvió todos estábamos muriendo de la risa en la calle.

La Ami estaba sobre la reja, me miró y me puse debajo para recibirla, a lo que nos dimos muchos besos.

-¡Woo!- dijeron al vernos. Volvimos a mi casa, como nos fuimos sin mochilas ni nada no tenía llave, así que toqué el timbre y abrió la Flo, mi fiel cómplice, ayudaba a hacer el aseo en mi casa y siempre que yo me enojaba y me encerraba en mi cuarto me llevaba comida a escondidas, guardaba mis secretos cuando colaba gente en la casa, me recibía a cualquier hora, en cualquier estado. No dijo nada, sabía que nos habíamos fugado, y nos dejó pasar.
Nos disponíamos a jugar al play cuando las chicas se tuvieron que ir

-Oye naty- le dijo la Ami con miradas cómplices
-Oh, verdad- le respondió- Chao a todos, vámonos rápido.
-¿A dónde van?-preguntó Rorro
-Ehh... ahí ta po

-¿Van a volver?- pregunté yo- Porque yo cacho que Klauz vendrá acá con nuestras cosas
-No, después nos encontramos en la home, y me da igual, no llevaba nada en mi mochila.
Cuando ya se habían ido comencé a sentir las miradas en mi
-¿Y?- se atrevió a preguntar finalmente el Chico Holch

-¿Y qué?-respondí. Y me miraron como si fuese obvio lo que querían saber.
Me quedé callado haciéndome el leso.
-Toc, toc- la puerta se entre abrió, asomando la cara ojerosa y extremadamente pálida del Nico

-¿están las chicas?-preguntó entrando Klauz, tras él, con nuestras mochilas.
-Nop

-¿Y?- me preguntó él también.- No les quería decir la verdad, no quería entrar en detalles, así que me reí dejando la puerta abierta a que pensaran lo que quisieran.

-Lo- escuché desde el pasillo y Klauz abrió la puerta

-¡Javi!-la recibió y la tomó en alto, abrazándola.

-¡Auz!-se reía ella. 

-Igual son papás- bromeó Nico, refiriéndose a como tratábamos a mi  hermana. Nos reímos.

-No, estamos fuera de peligro- respondió Klauz- O sea, hablo por mi y la Vale, no sé este otro- me señaló a mi

-¿Funcionaron?-preguntó Rorro, por las pastillas que se consiguió la Vale.

-Si-Hace un par de semanas andaban asustados porque la Vale tuvo un atraso, por lo que llevábamos diciéndole Papi Klauz toda la semana. 

El celular de Nico sonó

-¿Aló?

-Uuuuuy- lo empezamos a molestar 

-Estamos donde Lalo... Si.... si... ven no más-cortó

Yo:-¿El weón careraja se va a venir a meter? csm-

Rorro:-En todo caso... Bueno, acéptalo. Si igual es medio maricón el cabro...

Nico:-Tampoco nos importará mucho uno más

Chico Holch:-Uyy Nico estamos revolucionados

Klauz:-¡yegua!

Todos (Risas)

Nico:-See, ando yegüilla, yegüilla hoy

Todos (más risas)

-Oye weón te voy a pegar- entró agresivo el Nando :$

-Ay, yapo, dame, castígame-siguió bromeando el Nico

-Noo, weón

-¿Qué?
-¡Que metiste tu celu al microondas, Conchetumare!

-Jajaja ¡pero igual mi plan funcionó! Me compraron esta joyita- mostró su nuevo celular.

-Weón, me lo hubieses dado a mi y dices que te asaltaron

-Ay, tan necesitado que estés tú... Sorry, no lo pensé, pa la otra

-Juee... Perra malcriada.
Todos reímos de nuevo

Tenía razón. ¡Éramos perras! jajaja, no lo otro. Malcriados. Nunca nos faltó nada pero...

La Javi también reía con nosotros, a pesar de que no entendía nada. O eso espero.

Al escuchar la música del juego se paró y empezó a bailar.

-Woo-se reía el Nico-¡Me ganó!

Empezó a hacerse de noche y la Javi se quedó dormida en los brazos de Klauz. 

-Éste weón se pone algo en la ropa. ¡Suda anestesia general!
-¡Si!
-Todos se duermen encima tuyo

- Debe ser porque soy muy aburrido

-Jajaja en todo caso

Klauz daba confianza. Tal vez por eso todos se sentían lo suficientemente seguros para dormir junto a él.

Dejé a la Javi en su cuna antes de que llegara mi papá y salimos. Íbamos gritando por la calle. Al parecer después fuimos a la casa de Klauz

-¿Chelitas?-nos ofreció el dueño de casa

Tomamos hasta la inconsciencia. No recuerdo en qué medio ni circunstancia llegué a mi casa, pero desperté allá.








Blackout!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora