IV

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PORQUE LA AMO

Y usted sigue matándome cada vez que me sonríe. 

Sigue, sin querer, destrozando mi corazón: no lo dude, la amo. No hay otra verdad, no puede haber más; ya le he dado todo lo que pude, le he dado mi corazón, mi vida, mis alegrías, y hasta mis más íntimos sueños se los he dedicado.

Solo porque la amo.

PODRÉ OLVIDARTE

Te amaré hasta el fin de mis días, 

hasta entonces podré olvidarte.

Retrato Escrito de un Joven DespavoridoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora