Y fue ese suspiro, profundo y como que pálido, el que me dejó con un sólo pensamiento en la cabeza: ¡Anastasia que importa más que la vida!
No recuerdo fecha, ni hora, no recuerdo absolutamente nada.
¡Joder, no recuerdo nada más que ella!: Su silueta en la oscuridad, su piel de porcelana, sus manos de seda, sus ojos profundos.
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Retrato Escrito de un Joven Despavorido
Romance[...] Extraño tus miradas tan imprecisas, tan inesperadas. Así, tan inesperadas como tu partida. Partiste, te fuiste sin más, partiste mi corazón.