¿Desde cuando hacía falta tanta gente, para la firma de un contrato? Susan, no entendía que es lo que ocurría. Pero si Zack, era así de caprichoso con sus asuntos, no podía cuestionar nada...
Lo miró de reojo. Estaba muy guapo...
¡Que hacía haciendo aquella observación! ¿Para qué clavarse aún más el cuchillo en el corazón? Era cosa de idiotas... Sí, ella era una idiota... La cosa era muy sencilla. Para Zack, aquello simplemente había sido una noche de sexo. Ella, la idiota. Era la culpable de haberlo liado todo. El hombre, no se merecía que sus amigos lo miraran mal. Había sucumbido a la pasión, y no había más vueltas. Ya sabía desde un principio, que no iba a conseguir nada. Y aquello, sinceramente es lo que había provocado todo aquel dolor. Era una más en la agenda de Zack, como tantas mujeres. Ahora, era cosa de su fuerza de voluntad que aquel número, para él siempre estuviera desconectado. Aquello, es lo que iba a suceder. La armadura a su corazón, tenía que empezar ya a funcionar.
-Bien... -Se frotó las manos Thom-. Como ya me eh leído todo, y veo bien los puntos marcados para la publicidad, lo mejor es que vayamos directos a las firmas.
-Jhon, trae el contrato -Indicó Zack, al hombre mayor que le acompañaba.
Susan, no se creía lo que veía. Ni que aquello se tratara de un contrato multimillonario... Observó, como el hombre mayor depositaba un tanto apresurado el maletín sobre el escritorio, y con dedos nerviosos extraía el fajo de hojas, que representaban el contrato. Lo depositó sobre la mesa, y acto seguido se secó la frente con un pañuelo blanco.
-Bueno... Veamos... -Carraspeó un poco, dejando a un lado el maletín y tomaba asiento en una de las sillas dispuestas-. Estamos aquí reunidos, para este contrato... -Volvió a carraspear un poco-. Cuya funcionalidad, será de mutuo acuerdo entre los firmantes... -Hablaba rápido, mientras marcaba con un bolígrafo los puntos a firmar-. Si no hay ninguna duda, ante los puntos impartidos para éste contrato... -Carraspeó otra vez.
-¿Quiere un poco de agua? -Lo interrumpió la chica, sobresaltando al hombre en la silla.
-¿Qué? -Sus ojos, la escrutaron de par en par-. OH, si gracias hija -Sonrió con amabilidad-. Tengo la garganta un poco seca... -Pronunció, mientras alzaba los ojos y dirigía una mirada acusadora a Zack. Quien le respondió, con una leve sonrisa-. Bien... Veamos, aquí debe firmar el señor Zack... -Indicó, ofreciéndole el bolígrafo al hombre. El cual, lo cogió con firmeza y plantó su firma en todos los lugares donde le indicaba-. Y ahora usted, por favor... -Le sonrió a Susan-. Luego, usted... -Dijo a Thom, mientras tamborileaba los dedos sobre la mesa, a razón de que iban firmando todos los presentes-. Perfecto, ahora firmo por aquí... -Hizo un par de garabatos, separó unos documentos que le entregó a Thom, otros los volvió a meter en su maletín, y otros se los entregó a Zack-. Ha sido un placer, si me permiten... Tengo un poco de prisa, eh de ir al registro... -Calló de sopetón, se limpió otra vez la frente y les sonrió-. Que tengan un buen día...
-¿Tengo monos en la cara? -Preguntó Susan, sin ningún miramiento a Zack. Quien la observaba detenidamente, y con una sonrisa de triunfo.
-Que yo sepa no... -Rió divertido-. Ni por el cuerpo tampoco, si no recuerdo mal...
Ante aquella provocación, Susan lo miró colérica a parte, de que su rostro se torno rojo. Si el muy idiota, esperaba divertirse con ella, lo iba a tener difícil. No pensaba darle ese placer, iba a ignorarlo desde aquel mismo instante...
-Si ya no te hago falta, para firmas raras y caprichosas... Me voy a seguir con mi trabajo -Le indicó a Thom.
-Sí, claro... -Respondió sorprendido, al ver la actitud de Susan. Increíble, que aún no le hubiera saltado a la yugular a su amigo.
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Saga Edifcio XIV-Cazadora En Sus Redes- Tercera Parte.
RomanceParece que le llega el turno a nuestra mujeriega Susan, cuando aparece en escena el hermano gemelo de Jack y por cosas raras, acaba trabajando unos días para él. Entra, y conoce como sigue de liada esa oficina...