capitulo 9

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He roto con todas mis costumbres. He roto con todo. Soy un topo escondido en su agujero. Con las persianas bajadas y el teléfono desconectado me muevo por la casa asustado. Aunque es de día de vez en cuando me atacan mis neuras y temo que me aparezca otra vez un ser de esos...

Quizás lo desee incluso, porque así se que Chen seguramente aparecería pero...
No va a ocurrir, ha pasado el tiempo y nada. Tampoco he permitido que pasara nada, me fui sin mediar palabra y he desaparecido. No he vuelto a quedar con nadie y ni siquiera me he tocado a mí mismo... ¿me habré curado?
Lo dudo. Otras veces me ha pasado y he perdido la fe en mí mismo...seguramente en breve estaré haciéndome pajas y cuando conecte el teléfono muchas chicas me habrán dejado mensajes...

Deambulando por mi cocina me niego a esa posibilidad...

No quiero no quiero volver a esa vida... no quiero...no...

Ding dong.

El timbre de la puerta ha sonado...alguien ha llamado a mi puerta.

Tiemblo.

Con paso indeciso avanzo y miro a ver quién es y para mi sorpresa lo reconozco. Es el doctor...

Tras peinarme un poco abro la puerta y nervioso asomo la cabeza. Nuestras miradas se encuentran. De nuevo la misma incomodidad. Sin embargo para mí ahora es bien grata.
-Eh...perdona que...me presente aquí pero...tu teléfono está...desconectado y...me quedé bastante preocupado... no sé... ¿puedo pasar?

-Sí, claro...pasa...-Me hago a un lado y Chen entra mirando a su alrededor la discreta decoración de mi casa: posters de hombres desnudos, pornografía en la mesa, una copia de estatua egipcia sufriendo una erección...

La situación es cómica. Me muerdo los labios para no reírme y mientras Chen mira a su alrededor paso a su lado y vuelvo a entrar en la cocina abierta.

-Eh... yo solo he venido para ver...como estas...y...por si necesitabas más ayuda...eh...-sus ojos de repente se abren mucho y me mira preocupado.

-Pffff- no puedo evitar reírme. Chen está muy gracioso cuando se asusta.
-¡¡¡No me refiero a ese tipo de ayuda, me refiero a si necesitas hablar y si...!!!-rápidamente quiere arreglarlo.

-Ya...tranquilo...te entendí...no te preocupes...-me giro aun riéndome por lo bajo y veo que la tetera ya está lista.- ¿Quieres tomarte una taza de té?-le ofrezco sintiendo una extraña felicidad recorrerme el cuerpo. Chen muy sonrojado aún toma aire.

-Si por favor...

-Tome doctor...

-Chen...llámame Chen por favor... doctor es mi padre...

-de acuerdo-sonrío divertido. Nos hemos sentado, bebemos poco a poco. El té está muy caliente. La situación cada vez se hace más incómoda en medio de ese silencio, rodeados de tantos cuerpos desnudos.

Chen me mira agitado.

-¿Estás mejor de...lo tuyo?

-Si...creo que sí, no he vuelto a salir por la noche y...ahora hago una vida más normal...quizás demasiado enclaustrado pero...creo que me hacía falta...aunque...

-¿Aunque qué?

-Aunque llevo semanas sin...eso...también...

La incomodidad acaba de alcanzar el 100%. Sonrío mirando mi taza de té. Miro a Chen y veo que sigue sonrojado. Quizás ahora más. Me gusta así, está más guapo aún...

-Doc....Chen...aún no te he dado las gracias por lo que hiciste...

-¿Q-q-qué hice?-Me mira como me acerco. Mira mis labios, mira mi mano soltar el té.
-Me salvaste...

-No, yo no...mmmm...-Chen cierra los ojos cuando le beso. El sonido de su taza también choca en la mesa suavemente. Mis manos acarician su rostro y no tardan en apoyarse en sus muslos. Chen con cuidado alza las manos y palpa mi espalda.
Suspiro aliviado. Por fin encontré una salida, por fin le encontré...

mi perfeccionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora