Capítulo 2: Hechos paranormales.

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Estuve asustadísimo, ¿y cómo no? Sin embargo, el sueño me superaba. Como que me quedé medio dormido, mis ojos estaban cerrados, pero mi mente estuvo consciente de todo, ¿cómo era que se llamaba esa cosa...? Ah, ¡sí! ¡Parálisis del sueño! Eso... algo así me sentí. Sentía que cosas se movían en mi cuarto, como si alguien tratara de caminar por mi cuarto, al tener yo todo desordenado, se tropezaba y chocaba con todo. Varios objetos cambian de posición, estuve muy mal esa noche.

Fueron horas que parecieron eternas, mi cuerpo no podía moverse por nada del mundo, mientras que yo podía sentir que alguien merodeaba por mi habitación, mi corazón latía a mil kilómetros por hora. Aunque haya dormido, me desperté sintiéndome fatal, con sueño, como si no hubiera dormido nada de nada.

- ¡Kirk, a desayunar! -gritó mi madre, fruncí el ceño, con una cara de culo tremenda.

- ¡Voy! -grité de vuelta y rezongué, sin ganas de levantarme.

Algo chocó con el perchero y se cayó, junto a toda la ropa. Rodé los ojos en disgusto. No quise prestarle tanta atención al asunto hasta que recordé algo...

Golpeé mi cara contra la pared en vergüenza.

Me coloqué las pantuflas y fui hacia la cocina para ver a mi madre, un poco asustado...

- ¿Qué pasó con Gary que no te fuiste a quedar a su casa? -rasqué mi nuca en nerviosismo- Más encima ni dejaste dormir anoche con tanto ruido que metías, ¿qué te pasó? -cruzó los brazos e hice una mueca.

- Nos peleamos -intenté mentir-. Y me vine como a la una para dormir.

- ¿Y no me llamaste? -ahora parecía enfadada de verdad- ¡Pudo haberte pasado algo, cabro malcriado!

Forcé una sonrisa.

- Al menos estoy bien, ¿no?

- Ya -cambió de tema-. Anda a sentarte a la mesa para comer, no pienses que te dejaré salir de noche de nuevo en lo que queda de mes, eh.

- Sí, mami -cabizbajo me dirigí hacia el comedor.

Seguí oyendo sonidos raros provenientes de mi habitación, bostecé bien fuerte y oí que algo cayó por las escaleras, me sobresalté.

- ¡Kirk! ¡¿Estuviste bebiendo anoche?!

- Ehh... un poquito -mentí para que no se enterara de la cosa que hice anoche en realidad.

- ¡¿Y REGRESASTE EBRIO A CASA?!

Mierda.

- ¡Desayunarás y te quedarás todo el día sin salir!

Asentí, asustado.

La silla de al lado se movió como si alguien se fuera a sentar a mi lado.

- Kirk, ¿recién te fuiste a sentar?

- Uhhmmm... -titubeé de manera inteligente- ¡Es que se me quedó el celular arriba y al bajar las escaleras me caí y ahora me fui a sentar!

Ella vino con la comida y desayunamos juntos, la silla de al lado se movió y quedó en su lugar.

- ¿Y eso..?

- Estoy jugando con la silla... con los pies.

- Ah, ya... -se le veía confundida.

Tengo la leve sospecha de que algún espíritu me siguió anoche a casa, porque no han dejado de joder. Esta casa es nueva y nadie a muerto por aquí, si hay fantasmas, mi madre sabrá que yo lo traje, sabe que he jugado antes a la Ouija y me mete castigos tremendos cada vez que se entera.

The Judas Kiss (Metallica, KLARS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora