Capítulo 1: Invocaciones para ser más hombre.

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- Eh, ¡Kirk, no seas marica! -me decía Gary entre risas- ¡A que no te atreves!

- ¿Que no me atrevo a qué? -alcé una ceja y crucé los brazos, los demás de la conversación por Skype rieron.

- A jugar a la Ouija.

- Pff, ya lo he hecho mil veces y no me ha pasado nada -reí con orgullo.

- Ella, la macho -se rió Scott, los demás también.

- Juega, pero solo esta vez, sin nadie que te acompañe -advirtió mi amigo Gary.

- Ya lo he hecho -levanté el pulgar.

- YAAAA -decía Mustaine, Scott y Gary reían.

- Entonces... Ah, ya se me ocurrió -sonrió mostrando los dientes-. El cementerio que queda cerca de tu casa...

- Está abandonado, hombre -advertí-. Si me pilla la poli, cago.

- Juega a la Ouija ahí po', ahí hablas con varios espíritus.

- ¿Y por qué no lo haces tú, eh?

- OHHHHH -gritaron los otros.

- Yo no soy fan del terror. No tengo porqué hacerlo.

- OHHHHH.

- Aparte... Kirk, estamos en plan para cuestionar tu hombría. De hace rato que te vemos bien amariconado.

- Ohh, cierto -interceptó Dave Mustaine-. Por eso nos pusimos de acuerdo con estos retos, para ver que no saliste marica.

- Pff, no soy marica -rodé los ojos en disgusto-. ¿Qué les pasa? Yo soy un macho como ustedes también.

Se quedaron en silencio y reventaron en risas, me sentí un poquito mal por eso, odiaba cuando ellos se ponían así conmigo; el hecho de que yo nunca tuviera novia ni que sintiera atracción a ninguna chica, no era significado que sea menos hombre ni que sea gay. No tenía más opción que acceder.

- Ya, voy a hacer esa mierda. Jugaré a la Ouija en el cementerio abandonado que hay cerca de mi casa. ¿Felices?

Y celebraron por eso. Rodé los ojos, no es que tuviera mied... Bueno, sí, tenía miedo, no tanto... Sí, mucho. Demasiado miedo a que me pillara la policía o algún necrofílico raro, me iba a meter en grandes problemas. No era tanto miedo a pillarme espíritus, porque como dije: jugué muchas veces y no me pasó nada. El ambiente igual daba repelús, bastante, saber que hay muchos que están todos podridos y violados... Eww. Es que, en serio, los necrofílicos me daban más miedo que la poli en sí porque me podían hacer algo.

No iba a comprarme un tablero de Ouija, me hice uno con cartón no más y un marcador, ya me sabía algo de memoria eso, para asegurarme busqué en Google Imágenes y estaba bien. Eché el tablero, velas, un encendedor y mi celular adentro de la mochila. Aguardé hasta la noche jugando en la computadora con mis amigos en una partida online del COD, cuando mi mamá llegó, le dije que iba a salir a la noche a casa de Gary y que me quedaría a dormir, que no pasaba nada. Se lo tomó de lo más bien y me dio permiso.

Uhh... He relatado demasiado pero nada acerca de mi, excelente, Kirk, eres un idiota... Me llamo Kirk Hammett, soy apenas un puberto que está de vacaciones de verano y está aburrido, estoy a punto de hacer un reto estúpido. Después de estas vacaciones regresaré al colegio para cursar el último año para luego graduarme. Nunca he tenido novia ni me he sentido enamorado por ninguna chica, por eso creen que soy gay. Aveces creo que soy asexual o algo así porque refuto a cada rato la idea de ser gay. No sé... me da cosa imaginarme con alguien de mi mismo sexo.

Una vez que la noche emergió, esperé un ratito después de cenar para irme caminando tranquilito con mi mochila en dirección al cementerio abandonado. No quedaba lejos porque el pasaje en que vivía estaba muy cerca de las calles principales, técnicamente todo quedaba cerca: colegios, supermercados, tiendas, piscinas, etc. Que hubiera un cementerio no me sorprendía. La cosa que daba fobia era que estuviera abandonado porque está repleto de tumbas, no hay espacio para meter más y nadie va porque los cadáveres son de dos siglos atrás.

Estaba cerrado y solía haber mucha vigilancia, es que... había muy mala fama en ese cementerio. Al ser uno de los pocos cementerios abandonados, los asesinos vienen a tirar cadáveres aquí, los necrofílicos frecuenten el lugar para follarse todo lo que esté aquí... No quería que me violaran o me mataran, no sé, daba miedo eso.

Los espíritus de ahí no tanto, ya estoy acostumbrado a mierdas así, no es que yo sea molestado siempre por fantasmas, sin embargo, no me afecta jugar a la Ouija, los espíritus no me hacen nada, porque siempre quemo los tableros.

La vigilancia el día de hoy no era tanta, con suerte habían oficiales alrededor del área con linternas iluminando posibles amenazas. Aproveché el tiempo en que hice parkour en las vacaciones pasadas con Gary y aspiré mucho aire para prepararme para que planeaba hacer.

Escalé la pared como si de un gato se tratara y salte la reja... el problema es que para darme más impulso me senté sobre la reja de pinchos y verán el dolor de culo que me dio, y para no ser pilllado, todo en un movimiento extremadamente veloz, salté al otro lado para caer de hocico al suelo.

El hedor a muerto era horrible, debía admitirlo. Me tapé la nariz y no me levanté del suelo porque me dolía el cuerpo tras el madrazo. Después de harto rato me levanté y me sobé el trasero por la pseudo-violación que sufrí por parte de la reja. Fruncí el ceño por el hedor, no planeaba recorrer mucho, porque podía perderme, no más caminé cerca de los muros hasta hallar un lugar en que el suelo se vea confiable para sentarse. Encendí las velas y las pegué con la misma cera al tablero de Ouija para iluminar algo. Ahí comenzó el ritual.

Me asusté porque un montón de ánimas intentaban comunicarse conmigo y no es joda, mi mano no lograba llegar a ninguna opción porque cambiaba de dirección, comencé a desesperarme un poco por eso mismo. Hasta que me quedé con una sola alma, hablaba mucho, o sea, me costaba descifrar lo que decía porque cambiaba de letra a cada rato.

- Joder, joder... -murmuré- Más lento, por fav... -salté porque disminuyó con agresividad la velocidad con que me hablaba- ¿Cómo te llamas? - L... A... R... S... Oh, que bonito nombre -sonreí con nervios, demasiados, llevaba mucho rato charlando, generalmente los espíritus suelen mandarme a la mierda- G... R...A...C... i ... A... S. Oh, no es nada... ¿te gusta hablar mucho...? "Sí." Oh, que bien... ¿No te molesta mi presencia? "No." Uhh... -no pude evitar sonrojarme mientras temblaba- E...R...E...S... ¿Um? ¿Soy qué? -se mantuvo en silencio por harto rato- L... I... N... D... O... Oh...

Ahí me sonrojé más. ¿En serio un puto fantasma me estaba diciendo eso? Me estaba acojonando mucho.

- ¿Puedo usar el celular un poco? "No..." Oh, vamos... "Sí". Gracias...

Tomé fotos al lugar, de mi, del tablero y esas cosas para pasárselas a Gary.

- ¿Quieres seguir charlando? ¿"Sí"? Oh, genial...

Se llama Lars y eso. No me hablaba de él, prefería hablar de mi, de mi aspecto físico, me preguntó qué era un celular, no paraba de hacerme él preguntas acerca de mí. Eso me sorprendía, me impactaba, ¿cómo no? Es que... ¿por qué me hablaba tanto?

Salí de casa a las once. Ya eran las una. Ya llevábamos harto conversando, siendo él el de las preguntas o haciéndome cumplidos, y si yo le preguntaba algo, me negaba. Estaba interesado en mi. Costó mucho hacer que se despidiera, yo quería irme porque sentía que en cualquier momento algo malo pasaba. Se despidió de mala gana de mi, aunque admito que nunca tuve una charla tan animada y llena de diálogo como esa, ni con mis amigos lograba eso. Me hacía sentir como un perdedor, porque el único cumplido bonito que me han hecho me lo hizo un fantasma.

Quemé el tablero y lancé las cenizas por ahí

Finalmente, escalé la pared y salté para el otro lado, caí encima de un auto, sonó la alarma y seguí corriendo como pude hacia otra calle. Vi que una sombra que, de manera extraña, flotaba, venía hacia mí. Huí a máxima velocidad en dirección a mi casa. Escalé la pared y entré por la ventana que dejé abierta a propósito, me dejé caer sobre la cama.

Estaba cansado, sin embargo, justo al caer sobre la cama, noté que mis zapatillas se estaban desabrochando y se cayeron de mis pies hacia el suelo.

Lo que me hizo morir de miedo, fue que vi una manta mía levantándose del suelo para taparme justo cuando iba a cerrar los ojos para dormir.


The Judas Kiss (Metallica, KLARS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora