Capítulo 7: Muerte a los otros necrófilos.

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Realmente adoraba pasar el rato con Lars, no piensen que hemos estado a puros besitos melosos todo el rato, hemos manejado nuestra "relación" de manera seria. Nos divertíamos como mejores amigos porque mucho contacto físico no podíamos tener digo... ¡Él es un fantasma! Hasta dar un abrazo o tomarle la mano es casi imposible porque lo atravieso, en cambio, él si puede abrazarme a mí... cosa muy injusta por mi parte.

Por ello, luego de dos semanas, tomamos una muy loca decisión: regresar al cementerio para... um, bueno, buscar el cuerpo de Lars y... ¡ya! ¡Ustedes ya se deben imaginar qué cosa buscamos! ¡Y no, no es sexo!

Lars distrajo a la poli con actos paranormales, mientras yo escalaba el muro y me pinchaba el culo como la primera vez con los pinchos de la mierda que hay ahí, luego me tiré al suelo y caí de hocico, genial. Luego de que los polis se distrajeran mucho con Lars, vino a "rescatarme".

- ¿Estás bien, Kirk?

- ¿Tener el hocico pegado al piso lo es?

- Ehh... No -rió y cogió mi mano para ayudar a levantarme-. ¿Sabes cuál es mi tumba? -negué- Yo tampoco, así que tenemos para harto rato.

Sonreí.

- Claro.

Caminamos muy juntitos los dos, aunque era extraño ya que Lars parecía confundido mirando algo en particular.

- Creo que estoy recordando cosas... -alcé una ceja y le miré anonadado- Cosas del pasado, umm... -frunció el ceño-  Tranquilo, no veremos a ningún espíritu porque están durmiendo a menos que los invoques.

- Um, entiendo...

- Creo que a medida de que nos vayamos acercando, iré recordando más, porque lejos de la tumba ni siquiera recordaba bien mi nombre. Ahmm... Morí a la misma edad que tú -comentaba-. No, un año menos...

- Ahh... ¿de qué moriste?

Tragó saliva con nerviosismo y se quedó de pie frente a una tumba en particular, inmóvil.

- ¿Lars...?

Se dejó de caer de rodillas al suelo mientras su alma desprendía olas de frio, mucho viento, tanto que me alejé un poco porque me puse a temblar por el cambio de temperatura, su puso a sollozar, sin embargo, lágrimas no caían, simplemente ocultaba su rostro en vergüenza.

- Lars, ¿fue algo muy horrible? -traté de acariciar su espalda, sin embargo, mi mano lo atravesaba.

- N-no quiero hablar de eso... -se levantó y suspiró- Lo recordé todo de golpe, eso es todo -hizo una mueca-. Esa es mi tumba... -la señaló.

- Oh, ¿esa? -la acaricié de manera superficial, soltó un suspiro cansado- ¿La abro?

- Por favor...

Abrí mi mochila y saqué la pala para comenzar a cavar con fuerza, Lars se sentó en el suelo observándome, no podía verse más deprimido, por lo tanto, mi estómago se revolvía con creces. Me estaba preocupando por él, ¿acaso sufrió demasiado? ¿Fue una muerte lenta y dolorosa? ¿Habrá tenido una mala vida? Su mal ánimo me lo contagió, es que el sentimiento era demasiado fuerte, me costaba cavar bien por eso mismo.

Al poder tener el cajón frente a mis ojos, lo abrí de inmediato y cubrí mi boca, estupefacto, Lars seguía sollozando en voz baja. Su cuerpo estaba intacto. Totalmente intacto. Con un par de cicatrices y golpes que parecían haberse hecho hace poco.

- ¿Fuiste embalsamado? -asintió con la cabeza, deprimido- Wow... 

Con el dedo índice fui rozando la piel de su rostro, acariciando demasiado lento, era demasiado suave, como si se mantuviera durmiendo.

The Judas Kiss (Metallica, KLARS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora