Capítulo 9+Epílogo: The Judas Kiss.

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Al aceptar la gran "misión" sabía que ponía en riesgo mi patética vida que debió haber finalizado hace tiempo.

Lars me fue explicando que sólo un humano tenía el poder necesario para enviar a alguien al infierno, puesto que el ser humano fue hecho a la imagen y semejanza de Dios, mientras que los seres que han fallecido, sólo son escoria en los diferentes mundos.

La furia que emana del aura de un humano es mil veces más poderosa que cualquier burdo espíritu del infierno si se sabe utilizar de manera muy sabia, Lars confiaba demasiado en mí y en mi inteligencia para realizar aquella venganza. Aunque yo en mi interior desconfiaba, ¿y cómo no? Si de por sí matar a un necrófilo que me quería violar ya fue atroz para mi débil mente, enviar al infierno de manera monstruosa a un idiota que violó y asesinó a la persona que yo ahora amo.

Caminamos estando tomados de la mano hasta llegar a la puerta que conducía al inframundo. De la nada, del cielo cayó la cuchilla que dejé tirada en el cementerio, la recogí de inmediato porque sabía que debía utilizarla con sabiduría. 

Atravesamos la puerta. Él me explicó que sería imposible salir si no cometíamos el "crimen" de manera apropiada, cosa que me hizo estremecer por el temor que experimentaba en aquellos momentos, es decir... si me quedaba atrapado para siempre, este... ¡Moriría, eso es más que claro!

De forma inmediata el ambiente se puso tenso, la rabia en mi interior aumentaba ferozmente como nunca antes, el ambiente me influía demasiado. Deseaba matarlos a todos, no sabía porqué, hasta que...

Varias ánimas volteaban a mirarme, olían, olfateaban preocupados. Rabeados lograron reconocer el olor a carne humana que aún no se descompone.

Noté que aquí Lars tenía un cuerpo humano, mi mano no atravesaba la suya, sino más bien rozaban como si fuera un ser viviente. Podía aprovecharme de eso para asesinar a alguien.

Comenzaron a gritar que un humano estaba en aquel mundo,  rápido comenzaron a mirarme mal, hasta que uno mencionó que debían matarme. Entonces, ahí comenzó la masacre.

Sin permitir que Lars me ayudara, me impulsé con un enorme salto, emitiendo un gruñido de rabia mientras me dirigía a enterrar la cuchilla en el cráneo del idiota que sugirió eso, la sangre empezó a emanar a litros, su cuerpo cayó al suelo y empezó a desvanecerse.

- ¡Bien hecho, Kirk! ¡Qué rápido aprendes a matar! -me animaba Lars, hasta que varios corrieron hacia él- Oh, oh...

Varios se acercaron para un combate cuerpo a cuerpo con él, que bueno que sabe defenderse tras haber vivido tanto tiempo en el mundo de los vivos, porque aquí no saben pelear, sólo se impulsan con su histeria colectiva, no atacan muy bien.

Yo proseguía apuñalando mi cuchilla con una ira tremenda, sin importar que intentaran cogerme de mis extremidades, me revolcaban sobre ellos para liberarme y seguir apuñalando, dejándolos débiles hasta que desaparecían.

Al parecer, la furia de los humanos que eran una réplica de Dios tenía el poder para enviarlos al infierno para ser castigados allí. Varios al ver mi extremo poder potenciado por la locura que me trasmitía el ambiente, huían asustados, excepto los que iban a por mi amado, por ello me tomé unos dos minutos para descansar y relajarme un poco.

Para luego correr y lanzarme sobre ellos mientras golpeaba y chuchilleaba al mismo tiempo, sin controlarme, intentaban represarme y no podían, porque parecían retrasados mentales, sus cuerpos eran débiles. Parecían zombies, pero de los lentos, porque no reaccionaban hasta que lograba estocarlos con mi arma blanca. Los muy pocos que quedaron, lograron huir, encabronado, pensé en perseguirlos no obstante, Lars me retuvo.

The Judas Kiss (Metallica, KLARS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora