Incomprensible

37 2 0
                                    

Ya es por la tarde. Anna ya se ha ido y como de costumbre, voy a la playa para estar con mis amigos.

Llego y todos me saludan excepto Lucy. Pasamos toda la tarde tumbados en las toallas jugando a las cartas y Joan no me ha dirigido la palabra en toda la tarde y esto hace que me preocupe, ¿acaso solo he sido un lío para él y ya está? Sean se pone de pie y me saca de mis pensamientos.

-Eh Joan, ¿vamos nadando hasta el límite y volvemos? -Dice Sean retándole.

-Venga tio, jajaja estamos tardando. -Dice Joan entre risas

-¿Éstais locos? hay muchísima corriente y no vais a poder salir. -Dice Lna con voz preocupada

-No te rayes Luni. -Contesta Joan sonriendo.

Luna, resopla y ellos dos se van en dirección al mar.
Derek se une a ellos y entra en el mar nadando. Empiezan a nadar hacia dentro.

Derek, da la vuelta pero Sean y Joan siguen nadando.

Luna y yo estábamos en la orilla preocupadas y en cambio las otras chicas estaban a su bola ignorando la situación.

Llegan al final pero se detienen. Descansan unos minutos pero les cuesta mucho avanzar ya que la corriente los empuja en sentido contrario.

Luna empieza a llamar a una chica que está a unos pocos metros de nosotras

Luna se va hasta ella y le dice que avise a los socorristas y esta inmediatamente va hasta la caseta.

-¿Quién es ella?

-Es Mia, es la hermana de Joan. -Me contesta Luna

Mia es alta, morena, muy morena, de cabello largo y negro. Sus ojos son de color café intenso, es todo lo contrario a Joan. No podrían ser hermanos pero sí, lo son, de mismo padre y misma madre.

Mientras Mia avisa a los socorristas, Luna y yo miramos a Sean y a Joan que avanzan lentamente. De pronto una lancha aparece y se dirige hasta ellos. Paran unos minutos a su lado, y vuelven, pero Joan y Sean vuelven nadando aún. Al cabo de unos minutos, llegan un poco agotados por el gran esfuerzo y los socorristas le echan una pequeña bronca por adentrarse tanto habiendo corrientes.

Al momento, todos estamos juntos y yo me acerco a Joan. Le digo si podemos hablar, él asiente y nos alejamos de la orilla.

¿Se puede saber qué pasa? -Pregunto nerviosa.

Joan me mira como con tristeza y le cuesta un poco contestarme pero finalmente lo hace.

-Mira Laia, es mejor que no haya nada ¿vale? olvídalo, se termina esto. -Me contesta encogiéndose de hombros y se aleja poco a poco.

Luna se acerca hasta a mi, todo me empieza a marear, no entiendo nada y me dejo caer de rodillas al suelo. Luna se sienta a mi lado, Apoyo mi cabeza en sus piernas y ella me empieza a decir que me tranquilice. Empiezo a llorar, no entiendo nada, y Luna intenta consolarme, ella imagina todo lo que siento por Joan pero no sabe que decirme.

Me tranquilizo un poco pero, al instante, busco a Joan con la mirada y le veo un poco más adelante sentado en la arena con Lucy. Esto me hace sentir peor aún y empiezo a llorar de nuevo. A pesar de que me duele, yo les observo, ríen y en cambio yo, lo único que hago es llorar y odiar a Joan en mis adentros. Observo que Joan intenta mirarme y solo lo consigue una vez pero al instante aparta la mirada. Tengo una gran punzada en el pecho y me cuesta respirar pero por más que lloro no consigo desahogarme y quedarme mas calmada. Posiblemente, esté teniendo un ataque de ansiedad, y después me entraría rabia y odio. Empiezo a golpear con fuerza la arena, pobre arena, ¿acaso ella me hizo algo a mi? Ella no pero Joan si, me ilusionó disimuladamente y al día siguiente es, hola, no somos nada.vuelvo a llorar. Esta me acompaña hasta mi casa.
Empiezo a arreglarme, hemos quedado para ir a cenar y a pesar de que no tengo ninguna gana de ir y verle la cara a Joan, voy a ir y que se joda con mi presencia.

**

Joan está sentado con Luna, esto me alivia mucho. Solo hay un sitio libre y es al lado de Mia así que me siento y la saludo.
-Oye Laia, no hagas caso a las tonterías de mi hermano, a veces, es un imbécil y no sabe que quiere, no te rayes enserio. -Me dice Mia, que parece saber un poco sobre lo que ha pasado.
-Si, ya estoy mejor, gracias por decírmelo Mia.
La cena pasa rápido, y en cuanto salimos del restaurante, Lucy se va, por lo que no tengo ganas de quedarme sola con Joan, así que yo también me voy.

Cuando llego a mi casa me pongo el pijama y me intento dormir, ha sido un día demasiado extraño y un asco.

ImpredeciblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora