¿Verdad?

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Son las 11 de la mañana. Normalmente me despierto a las 12 por lo que mi madre me mira extraña al verme despierta.

**
Cruzo la calle y camino hasta unas escaleras que hay en la puerta del hotel dónde me siento y me pongo mis auriculares. Voy a hablarle a Joan por el móvil cuando de pronto unas manos me cubren los ojos. Escucho su risa al instante por lo que averiguo inmediatamente quien es.

-Joan, se que eres tú. -Digo entre risas.

-Hola Layss. -Dice con una sonrisa ayudándome a ponerme en pie.

-No me llames así. -Contesto tendiéndole su camiseta para que la coja.

-Lo siento, pero creo que a partir de ahora te llamas así. -Dice sonriendo y agarra la camiseta.

Empezamos a andar hasta llegar a una cafetería que está a unos pocos metros de mi casa, cuando llegamos, no entramos, nos quedamos sentados en unas escaleras que hay al lado dónde la gente a veces se sienta para robar el Wi-fi. Me siento con la espalda apoyada en la pared, en cambio Joan está al frente mirándome fijamente con sus intensos ojos que tanto me gustaban.

-Bueno Laia, te has escapado está mañana o que excusa has puesto para venir a verme?

-Mira que eres tonto -Le suelto a Joan con una sonrisa. -Solo le he dicho que le iba a devolver la camiseta a Luna , ¿y tú? ¿qué has hecho para que tu hermana no se diese cuenta?

-Pues ha sido fácil. -Contesta parando un segundo antes de continuar. -Le he dicho que iba a correr.

-¿Tú?, ¿correr? - pregunto enarcando una ceja y sonriendo.

-Es más convincente que la tuya . -Se encoje de hombros.

Durante la mañana, Joan me pregunta cosas sobre mí vida a las que yo respondo sin problema alguno y en cambio él se queda asombrado por mis historias.

Después de que el me preguntase, yo le pregunto también y poco a poco ambos descubrimos nuevas cosas.

Miro la hora en el móvil y es casi la hora de ir a comer, por lo que me despido de Joan que me da un beso que por alguna razón yo ya esperaba pero siempre me gusta poder recibirlos.

**

Durante la tarde, ni Joan ni yo mencionamos lo ocurrido en la mañana ya que no era necesario que nadie lo supiera. Nos divertimos mucho todos, sin malos royos, en cambio Joan y yo intercambiamos algunas miradas cómplices sin que nadie se percate. La tarde transcurre sin problema y entonces logro comprender a Joan. Era mejor que nos viésemos en secreto porque así no haríamos daño a nadie y todos nos llevaríamos bien.

**

Al caer la noche vamos todos andando por las tablas hasta llegar a la playa. Nos sentamos todos en la arena formando un círculo y Luna empieza a hablar:

¿Un "prueba o verdad"?

-Vale, por mi bien. -Contesta Derek.

Todos aceptamos aunque yo no tengo ninguna gana. Este juego siempre me gustó cuando estábamos entre amigos y no con gente que lo irá largando todo después.

Nos llevamos un buen rato jugando pero se hace pesado ya que nadie elige prueba.

A Joan y a mi no nos ha tocado aún por lo que se nos ve tranquilos en cambio descubrimos algunos secretos del grupo como por ejemplo que Derek y Alice estaban juntos y cosas por el estilo. Todos son risas hasta que Sean gira la botella haciendo que señale a Joan. A él se le ve calmado en cambio yo, me pongo un poco nerviosa.

-Verdad. -Dice Joan sonriendo.

-¿En serio? Esperaba más de ti tío. -Le contesta Sean pero Joan se limita a encogerse de hombros.

-¿Te gusta alguien que esté aquí?

Joan se queda pensando sus palabras por unos instantes pero logra finalmente contestarle.

-No, quizás antes sí pero ahora ya no.

Miro a Lucy que puedo ver como se retuerce en el sitio al haber oído eso, en cambio yo, estoy aliviada, por alguna razón se que miente.

Al rato, cuando todos retoman el juego, Joan me mira y empieza a reír en silencio entonces empiezo a reír.

Camino sola por la calle hasta mi casa, es tarde y no hay mucha gente por la calle por lo que me apresuro un poco.

Al llegar a mi casa, me pongo el pijama y me meto en la cama. Cojo el móvil y le contesto a Joan que me había hablado.

-Mañana en las escaleras a la misma hora ;)

-Vaaaaaaaaale Joan ;)

ImpredeciblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora