Capítulo 8 : Secuestrados

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Narra Claris

En medio de la noche, cuando todos dormían, me deslicé sigilosamente entre mis sábanas, andando de puntillas para salir de la habitación.

- Estoy despierto - suspiró Alexander incorporándose en la camay me miró con los ojos medio cerrados - ¿ Adonde vas ?

- A dar un paseo por el bosque - le susurré en respuesta agarrando el abrigo de piel marrón.

- Es peligroso, Claris, ¿ porqué no vuelves a la cama ? - preguntó cansado volviendo a tumbarse.

Sonreí en la oscuridad mientras abría la puerta despacio.

- Si no estoy cuando despiertes, avisa a Ian - solté antes de cerrar, y tras oir su gruñido de asentimiento, cerré la puerta y eché a correr.

No me detuve hasta que llegué al lado sur del campamento.

- Rick - toqué suavemente la ventana en un intento de llamar la atención.

- ¡ Demonios Claris ! - masculló asustado poniéndose en pie de un salto y acercándose al cristal- ¿ que haces aquí ?

- Siempre pensé que odiaría que me emparejaran con alguien. Pero me caes bien, ¿ sabes ? Quiero enseñarte una cosa - le hice una seña para que saliera de su habitación.

Con un leve suspiro, Rick me siguió a través del bosque.

- Estoy seriamente sopesando la opción de que me vas a matar lejos del campamento porque odias que la gente tome decisiones por ti - susurró tomándome de la mano para no perderse.

Agradecí que no fuera escandaloso. Aunque hacía más ruido que yo, no se iba tropezando cada dos por tres.

- Verás, Rick, yo... tengo una amiga.

Él me miró fijamente y soltó una carcajada.

- Gran descubrimiento. Dime que no me has traído aquí para eso.

- No, espera. Mi amiga no vive en este campamento - su sonrisa se congeló en su rostro.

- ¿ Quieres decir...

- Sí, es una tiklyn.

(...)

Tras varios minutos gastados en los que Rick trató de relajarse, me prometió que no se lo diría a nadie, aunque mostrándome su disconformidad. Creían, como todos los demás, que eran peligrosos.

- He quedado con ella aquí al amanecer, así que estará al llegar- informé y me senté en la hierba mojada a esperar.

- Que locura - se sentó a mi lado y apreté su mano para darle ánimos- No te negaré que tengo miedo. Dios mío, no me puedo creer que vaya a ver una tiklyn.. ¿ seguro que es seguro ?

- Que sii- aseguré pacientemente (para mi forma de ser) - ¡ Mira, allí están!

Me levanté rápidamente y los señalé al otro lado de la frontera.

Rick se pegó a mi disimuladamente, y eché unas risillas.

- ¡ Hola Criss ! - la saludé con un pequeño grito. Pronto podríamos hablar normal. Ella sentada en su frontera y yo en la mía.

- ¿ Y él quien es ? - Rick se puso nervioso.

- Él es su mejor amig... - dejé de hablar después de hacer un escáner en profundidad al tipo que la acompañaba.

Ese no era John. Ese no era el mismo rubio que la vez anterior.

Confundida, observé el rostro contraído de Cristinne.

"Corre" articuló con los labios.

Tomé la mano de Rick con más fuerza alterada.

- Rick, creo que hay problemas. El hombre que la acompaña no le conozco - le susurré de forma que no pudieran oírnos, sin apenas mover la boca.

- Por dios, Claris. ¿ Crees que se atreverán a cruzar la frontera ? - miró a nuestro alrededor.

- ¡ CLARIS, CORRE ! - chilló Cristinne, cada vez más cerca de nosotros.

Aturdida, observé cómo el hombre que la acompañaba la tocaba con un aparatito, del que salía una luz azul. Y segundos después mi amiga estaba en el suelo.

- ¡ CORRE RICK, LARGUÉMONOS! -grité asustada y junto a él, eché a correr. Cuánto lamentaba haberlo metido en esto.

Escuchámos pasos detrás de nosotros, cada vez más cerca.

Hasta que algo me tocó e hizo que mi cuerpo temblara violentamente.

Mientras la vista se me emborronaba y trataba de levantarme y huir, observé como una figura con un uniforme negro nos agarraba de los brazos y tiraba de nosotros.

Ya sabía la respuesta ; No les importaba cruzar el límite.

ESCAPANDO DEL DESTINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora