Dia 24

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Al día siguiente, parecía que nada hubiera pasado, Miranda fue a la preparatoria tan sonriente como siempre, no se quedo en mi casa la noche anterior, dijo que prefería ir a la suya, y hoy se veía hermosa llevaba un vestido corto, blanco, casi llegaba a sus rodillas, y claro, sus tacones rojos. Pase por su lado y me sonrío, se sintió tan bien ese pequeño gesto que el hizo que el resto del día no tuviera importancia. 

MirandaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora