Dia 13

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Era sábado en la noche, y me estaba preparando para salir con mis amigos.. Espera.. ¡Cierto!.. No tengo amigos.. Pero aun asi me aliste, le pedí el auto a mi madre y decidí ir a dar una vuelta al centro

-Me alegra que salgas mas -dijo mi madre - Avisa si pasaras la noche fuera

Era una mujer maravillosa. Luego de estar un rato dando vueltas sin rumbo alguno vi a lo lejos el cartel de un bar y decidí entrar. Nada en mil años me hubiera preparado para lo que vi. Miranda. Estaba parada sobre la barra con una botella de vodka en la mano, se tambaleaba tanto en sus tacones negro que creí que se caería en cualquier momento, llevaba puesto un vestido rojo de tirantes, tan corto y ajustado que podías ver toda su ropa interior desde el angulo correcto (encaje morado), me acerque a ella. Tenia que sacarla de allí

-Miranda -dije-

-¡LUCAS! -Grito- Oh dios Lucas, ven -me acerco la botella- Bebe conmigo

Aproveche la cercanía y la tome de la cintura, cargándola sobre mi hombro

-Vamos a sacarte de aquí

-¿¡QUE!? ¿¡POR QUE!? ¡LA FIESTA APENAS EMPIEZA! -Volvió a gritar- ¡BÁJAME! 

-No, nos vamos

- ¡Hey! -dijo el tipo de la barra- No puede irse sin pagar

-Bien ¿cuanto es? 

El me paso la cuenta

- ¡DOS MIL QUINIENTOS! ¿¡QUIEN DEMONIOS GASTA DOS MIL QUINIENTOS EN BEBIDA!?

-Yop -dijo ella con hipo-

Suspire para calmarme y baje a Miranda, la sostuve hasta que estuve seguro de que no se caería, me di cuenta de que yo no llevaba suficiente

-Espera -dijo ella- yo tengo dinero en mi cartera... Debe estar en alguna parte -ella comenzó a dar vueltas como un perro persiguiendo su propia cola -

-Aquí esta -dijo el tipo de la barra, pasándome una cartera negra. Complete el dinero, pague y salimos de ahí

Con cuidado lleve a Miranda hasta el auto, abrí la puerta del copiloto y ella se deslizo hacia adentro, puse su cartera en su regazo, cerré la puerta y subí al asiento del conductor

-¿En que estabas pensando? -dije cuando arranque el auto?

-Estaba bebiendo, no estaba pensando 

- Si pero, por...

-Shhhhh -ella me interrumpió- ¿Escuchas es...? Maldición Maddison, ¡cállate!

¿Quien demonios era Maddison?

- ¿Que...?

- ¡SHHHH! - grito-

-¿Estas bien? 

-Estoy con ganas de ir a una fiesta, seguir bebiendo y acostarme con alguien -su celular comenzó a sonar - Maldición - dijo- Baja el vidrio

-¿Para que?

-Baja el maldito vidrio

-Maldices mucho para tener un cuerpo tan pequeño -susurre mientras bajaba el vidrio-

Ella saco la mitad de su cuerpo y tiro su celular al camino

- ¡SE LIBRE! -Grito- 

Yo jale de su vestido y ella cayo al asiento. Estuvo un rato callado y cuando la mire, se veía mal, estaba pálida, sus ojos estaban perdidos en el frente y sus brazos estaban al rededor de su estomago

-¿Miranda estas bi... - no puedo terminar. Vomito. Vomito sobre el auto de mi madre. Sobre sus pies. Sobre sus tacones-

-Oh demonios -dijo- Lo siento tanto Luke 

Esta vez, ambos estábamos en problemas.

Detuve el auto y me fije de que estábamos en la calle del lago, baje y luego abrí la puerta para que ella bajara 

-Sal, necesitas tomar aire 

Ella salio, con sus tacones en la mano y corrió hacia el lago, limpio sus pies en la orilla y luego metió sus tacones 

-¿Estas bien? -pregunte sentándome junto a ella a la orilla del lago-

-Sip -volvió a decir con hipo. Me miro. Miranda tenia unos hermosos ojos color miel, y durante la noche parecían brillar, yo aparte el cabello de su rostro y la mire, los labios rojos, el rimel corrido, la base cayendo, aun asi , se veía hermosa, quise acercarme y besarla pero ella se aparto.- No deberías querer a una perra loca, Luke 




MirandaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora