A Broken God | Thorki, Fandroki

Las Consecuencias De Tus Actos

El espadachín observó al dios del trueno mientras su mente maquilaba la mejor de las respuestas para aquella pregunta. ¿En qué momento Thor les había descubierto? Sintió un escalofrío recorriéndole el cuerpo mientras sonreía por lo bajo y tomaba aire.

—Interesante pregunta —Respondió mientras desviaba la mirada y observaba a los guerreros que platicaban entre ellos. Bien, si su labia debía salir a relucir en algún momento, debía hacerlo ahora —Creo que me gustaría saber en qué te basas para sospechar de ello —Agregó mientras se  alejaba dos pasos del dios rubio y se cruzaba de brazos.

—Vamos, Fandral, os he visto juntos en las prisiones, ¿Es eso suficiente para ti? —Contestó irónico el tronador mientras hacía uso de toda su paciencia con su amigo.

—Bien, si he de admitir culpa alguna, este es el momento. ¿Tiene algo de malo ese hecho? —De acuerdo, si Thor iba a golpearlo, que fuese ahora, después ya pensaría en como continuar viéndose con el hechicero.

—¡Estamos hablando de mi hermano! —Vociferó el dios rubio mientras fruncía el ceño y se acercaba de nueva cuenta al guerrero.

—¡Tú lo pusiste ahí! —Se apresuró a contestar el otro mientras miraba como sus otros amigos los observaban curiosos a la distancia. —No creo que tengas derecho de reclamar nada a este punto. Lo amo Thor, sí lo amo, ¿Y qué? —Escupió finalmente.

El dios del trueno guardó silencio por unos momentos poco antes de darle la espalda a su amigo. ¿Ahora qué? Fandral había admitido su “falta”. El misterio estaba resulto, pero ¿Era capaz de cruzarse de brazos ante el hecho? Su hermano, su Loki en los brazos de Fandral… Su amigo.

—No seas irracional, Fandral… —Contestó finalmente mientras se acomodaba la rubia melena —Sabes que la gente hablará, él es un prisionero de guerra y sigue siendo un príncipe en Asgard, agregando el hecho de que ambos son hombres…—

—Libéralo entonces, Thor, asciende al trono y hazlo libre —Aquello sonaba más como una súplica por parte del guerrero que una respuesta.

—Mató a miles de inocentes, casi destruyó Midgard, no puedo hacer eso. Debo ser paciente, debe redimirse —Intentaba razonar, Padre de Todo no lo dejaría reinar con esa imprudencia, claro que lo que más anhelaba era liberar al dios del engaño, pero…

—¿Entonces cuál es el problema de qué lo visite en las prisiones? —Cuestionó contrariado el guerrero mientras observaba al otro.

Thor tan solo desvió la mirada con el ceño fruncido. Aquel silencio fue bien interpretado por el espadachín, quien de inmediato entendió todas las razones de aquel espectáculo. Retrocedió un par de pasos mientras aun analizaba la situación… ¿Thor amaba a Loki? ¿Estaba celoso de él? Sus pensamientos se vieron interrumpidos casi al instante, cuando el mayor se dio la media vuelta y salió del lugar a toda prisa. Fandral no se quedó atrás y le siguió casi de inmediato, observando como el tronador se dirigía a toda prisa hacia un lugar que conocía demasiado bien: las prisiones.

Bien, él no contaba con la valiosa ayuda de Mjolnir, pero tenía a su fiel corcel. Montó en el animal y se dirigió cuanto antes a la entrada de los calabozos.

Su corazón latía con rapidez y su mente solo atinaba a dibujar la figura delicada de su amado hechicero de hebras negras. Sintió como el corazón le daba un vuelco en el pecho cuando los rayos y truenos se hicieron presentes en el cielo de Asgard, clima que claramente denotaba la furia del dios del trueno.

Cuando llegó a su destino no puedo evitar observar con horror los cadáveres de los guardias de las prisiones , y el claro sonido de la batalla que se llevaba a cabo en el interior del edificio. No demoró en entrar al lugar, descendiendo con rapidez por las escaleras hasta la prisión de su añorado sueño.