Sin Escape

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Las esmeraldas del pelinegro observaron con detenimiento cada detalle del rubio que yacía dormido al pie de la cama. Fandral pasaba la mayoría del tiempo a su lado, y solo solía alejarse para el aseo personal o para comer algún aperitivo antes de volver a su lugar de siempre.

Soltó un suspiro, se sentía como una princesa custodiada por su caballero de blanca armadura, aunque debía admitir que adoraba ver a Fandral siempre al pie de su cama. Deslizó sus dedos entre la rubia melena ajena mientras sonreía por lo bajo. Ese tonto se había llevado todo de él y tal parecía que no tendría planes de devolverlo, y si lo pensaba con detenimiento, no era algo que le molestara.

Salió de su ensimismamiento cuando escuchó la puerta de su habitación abrirse y revelar la esbelta y estilizada figura de su madre. Fandral abrió los ojos casi de inmediato aun medio dormido y observó a la diosa mientras sonreía para posteriormente ponerse de y finalmente retirarse del lugar para dejarlos a solas.

-Me alegra ver cómo te has recuperado -Murmuró la mujer mientras se sentaba a la orilla de la cama de Loki.

-Eso ha sido gracias a los cuidados de... todos -Respondió mientras la figura de su rubio le inundaba los pensamientos.

Frigga tan solo sonrío casi por inercia, pensando entonces en el espadachín que se hacía cargo de Loki desde que este había llegado al palacio.

-Tu ... Odín -Cambió el tema abruptamente mientras soltaba un suspiro y acomodaba los negros cabellos de su hijo justo detrás de la oreja derecha de este -Ha decidido tantas cosas y pronto serás informado -Murmuró un tanto nostálgica mientras observaba el rostro de Loki descomponerse en un instante.

-¿Mi nuevo castigo? -Cuestionó divertido mientras desviaba la mirada, poco le iba a durar el gusto de aquella comodidad que ahora lo rodeaba y de... estar cerca de Fandral.

-Thor ha intervenido, Loki, Odín será indulgente y está tomando una decisión -

-¿Thor? ¿Él qué demonios tiene que ver en todo esto? -Bien, el nombre de su hermano no era algo que le gustase pronunciar.

-Debes considerar los sentimientos de tu hermano, Loki, pese a todo aun te tiene en gran estima y más -Nada podía escapársele a una madre, pero aun con esas palabras tan solo había logrado arrancar otra sonrisa sarcástica por parte del pelinegro.

-No me interesa lo que piense o sienta Thor -Respondió secamente Loki mientras observaba a su madre.

Frigga tan solo suspiró, sabía que ese tema era tabú con su hijo. Bien, ya se daría cuenta en algún momento de ello, aunque de alguna forma sabía que el silencio por parte de su hijo mayor sería la mejor opción.

-Te amo hijo mío, pase lo que pase, siempre vas a contar con mi apoyo - Agregó la diosa para cambiar de tema mientras le sonreía al menor.

-Lo mismo digo, madre. -Agregó el pelinegro poco antes de depositar un beso en la mejilla de la mujer, quien sonrío de nueva cuenta poco antes de ponerse de pie y besar la frente de su hijo.

Se despidió mientras se daba la media vuelta y se disponía a salir de la habitación, topándose con Thor casi de inmediato. ¿Habría escuchado aquella conversación?

-Padre... Ha decidido la nueva condena de Loki -Soltó sin más el tronador mientras observaba a su madre un tanto indeciso.

-¿Tan mala ha sido? -Cuestionó Frigga al notar la aflicción en el rostro de su primogénito.

~*~*~

Esta vez no había consejo, eran solo Padre de Todo, Frigga, Thor y Loki. Después de todo, aquella resolución no le concernía a nadie más que los ahí presentes. El silencio reinó en el recinto poco antes de que Odín se pusiera de pie y bajara un par de escalones, quedando a poca distancia del pelinegro quien yacía al calce de estos con la mirada clavada en la nada. Aquel no era el lugar en el que quería estar en esos momentos.

A Broken God | Thorki, FandrokiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora