Atrapado - Izaya

2.4K 184 35
                                    

Estoy atrapado. Mortalmente atrapado y completamente rodeado. Entre la espada y la pared. O mejor dicho, entre Shizuo y la pared. ¿Qué se supone que debería hacer cuando mi mejor enemigo me tiene completamente arrinconado en un callejón oscuro en Ikebukuro?

Me atrapó. A pesar de ser un idiota, y no darse cuenta de que lo vigilo constantemente, en esta ocasión fui descuidado, y por mi propia culpa. Yo, el siempre tan orgulloso yo, quien siempre sabe todo, no me di cuenta de lo cerca que estaba de caer en una trampa hasta que quedé en medio de ella, y a la merced de él tan cerca de mí, que solo un soplo de aire es capaz de pasar entre nosotros.

Corrí y me alejé, pero quedé atrapado sin nada que hacer, con mi navaja enterrada profundamente en su abdomen, y con él frente a mi sonriendo. Esa sonrisa ladeada y de suficiencia, que me hace hervir la sangre. ¿Cómo es capaz de sonreír con una navaja enterrada en su interior? Este monstruo.

—Shizu-chan, creo que estás sangrando,— digo, y pongo mi mejor sonrisa—¿morirás?

—Aunque tus ojos brillan mientras me preguntas si moriré, pulga, no lo haré— Sus ojos brillan repentinamente—. No ahora que al fin te tengo arrinconado.

Sus ojos se oscurecen lentamente mientras las palabras dejan sus labios y mi sonrisa se desvanece antes incluso de que termine de hablar. Esta relación tan extraña entre nosotros tiene que terminar en algún momento, pero aún no estoy preparado para dejarlo ir. Lo necesito.

—No eres divertido.

Las palabras sobran, de alguna extraña manera, y nos quedamos mirando a los ojos del otro. Sus anteojos se perdieron en la persecución, y ahora tengo sus ojos al nivel de los míos, distrayendo mi mirada. El ceño fruncido, poco a poco desaparece, y una mirada extraña aparece en su rostro. Sus ojos bajan y miran mis labios. Inconscientemente los lamo, y sus ojos siguen el movimiento. Sus ojos vuelven a los míos, y arden de una manera oscura y profunda, haciendo que algo queme en mi interior.

—Creí haberte dicho que no aparecieras por Ikebukuro—. Su voz es más ronca y profunda de lo normal, y me provoca un estremecimiento interno.

—¿Tú puedes ir a mi edificio cuando tienes ganas de golpearme, pero yo no tengo permitido aparecer por aquí? No eres justo, Shizu-chan.

Se acerca lentamente, y un estremecimiento me sacude la piel. Sus labios rozan los míos, y antes de darme cuenta me agarra el cabello y me acerca a él. Mis labios son devorados y los abro para dejar salir un gemido que no puedo contener. Su lengua se adentra en el interior de mi boca y barre el interior de ella, provocando a mi lengua a salir a jugar, y nos batimos a un duelo de lenguas. El sabor a cobre de la sangre no me pasa desapercibido. Cierro los ojos y sujeto con mayor firmeza la empuñadura de la navaja, moviéndola un centímetro, agrandando la herida.

Logro separarme de él, y Shizuo cae en el piso. Lamo mis labios y lo miro un segundo antes de salir del callejón. Se ha desmayado, y yo tomo la oportunidad para correr.

No puedo permitirme ser atrapado. No aún.

Shizaya - Cuando Te Atrape [Extras]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora