Preocupación - Shizuo

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Últimamente Izaya no es el mismo. La parte que encontraba más atractiva de él, ha desaparecido. Ya no hace bromas, y a pesar de ser irritable como el infierno, parece estar más y más irritado conforme va pasando el tiempo.

Me siento en el sofá y lo miro vagar alrededor. Se sienta, se para, camina alrededor una vez más, y repite el proceso. Se mete en la habitación y escucho que habla solo.

La frustración, ya sea sexual o de cualquier otro tipo, está tomando lo mejor de ambos, convirtiendo la fase de luna de miel en una mierda extraña y compleja.

Y el simple hecho de tener su cuerpo pequeño tan pegado al mío, por tantas horas al día, me ha tenido tomando cuatro duchas frías por día.

El tenerlo al alcance de mi mano y no poder doblarlo por la mitad contra la superficie plana más cercana está acabando con todos mis procesos mentales, lo que me vuelve más irritable que nunca.

Y tengo el presentimiento de que antes de que pueda llegar a hacer cualquier cosa con Izaya, primero terminaré rompiendo algo. Otra vez.

Estoy comenzando a preocuparme de haber tomado la decisión equivocada. Tal vez no estamos hechos para estar juntos. Tal vez solo sea lujuria, y luego de que lo tenga como lo quiero y donde lo quiero, y tantas veces como lo quiera, ya no seré capaz de estar cerca de él otra vez. Tal vez solo necesito follarlo y alejarme de él. Tal vez lo mejor sería que las cosas sean como antes.

Antes. El "juego" hacía que me excitara de una manera totalmente diferente a como me excita tener su cuerpo cerca del mío, con su olor a mi alrededor casi quince horas al día, convirtiendo todos mis pensamientos no sexuales en papilla, y haciéndome tener una erección permanente.

Y las duchas frías seguirán al menos un par de días más antes de que le saquen las vendas y esté completamente recuperado.

Pero cuando esté recuperado, ¿Izaya seguirá por aquí o volverá a escapar de mi? Dijo que ya no quería hacerlo, pero si se ha sentido al menos la mitad de irritado que yo, lo más probable es que se aleje antes de que pueda tomar su mano, o intentar besarlo. Ni hablar de intentar algo más carnal que eso.

No se me da muy bien pensar. Pensar hace que me irrite. Y si me irrito me da por romper cosas.

Me pongo de pie, y doy una última mirada a la puerta de la habitación, que ahora está cerrada, antes de salir de la casa.

Tanto pensar me irrita, pero me irrita aún más el preocuparme por lo que va a pasar. Izaya dijo que ya no quería escapar, pero ahora soy yo el que quiere que se vaya.

¿Qué es lo que pasa? O peor aún, ¿qué es lo que va a pasar con nosotros? ¿siquiera hay un nosotros?

Shizaya - Cuando Te Atrape [Extras]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora