Las 18:00, salgo en punto de mi casa tengo que caminar largas calles hasta la Universidad y las clases comienzan a las 18:45. Probablemente llegue tarde, pero sabía que lo mejor de mi camino a la Universidad era el chico de la plaza que siempre veía, Rubio, ojos claros y con un pequeño niño a su lado corriendo y jugando.
Ahí estaba el, puntual como siempre como de lunes a viernes jugando con ese pequeño, levante la mirada, para observarlo detenidamente como lo hacia todos los días, pero nunca imagine que el igual me miraria esta vez, en años nunca lo hizo.
Me observó, levantó su mano he hizo una seña de saludo y me entregó una linda sonrisa. Por la sorpresa rápidamente, completamente avergonzada, tome mis libros que llevaba en mis manos y tape mi rostro, comencé a caminar rápidamente sabía que el tiempo valía oro.
***
--¡¡Abby!!-- Le grité a mi amiga.
--¡Que pasa chica tan sonrojada que vienes! ¿Hacías cochinadas con el vecino? -- Preguntó, haciendo una extraña facción con sus cejas.
--No seas idiota.- Dije y la golpee.-- Sólo, he pasado la vergüenza de la vida.
--¡Cuenta! ¡Cuenta!
--El vecino guapo del que siempre te hablo me ha saludado, pensé que mis miradas pasaban desapercibidas por ahí, nunca imagine que lo hiciera.
Ella no lo conocía sólo le había contado sobre él
--¡NO! Esto es del destino amiga, ¡Alabado sea Dios! Los dioses, las estrellas, contestaron mis plegarias ya llevabas varios años desde que saliste con un chico.-- Comentó mientras saltaba de la emoción.
--No exageres Abby, sólo ha pasado un año desde eso ¿creo?-- Puse mi típica cara de duda y ella río a carcajadas.
-- Lo ves, ni siquiera tu recuerdas cuando fue la última vez, este es tu momento chica y ¿Hablaste con él?-Preguntó interesada.
--No, tenía mucha vergüenza me escondi tras mis libros y corrí camino acá.-- Sentía mis mejillas arder al recordar el momento y más hablar de él.
--¡¿Qué?! Seras tonta.
--Solo levantó su mano y me saludó sólo eso. No supe como reaccionar jamás lo había echo.-Dije y nos fuimos camino a nuestra primera clase.
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Casualidades de la vida.
Genç KurguLlevo casi unos 2 años viendo a un chico de camino a la Universidad, es de pelo castaño claro y una mirada penetrante, alto, lo veo cada día jugar con un pequeño, el cual es identico a él. Siempre cuando me veía pasar me guiñaba un ojo y yo me sonr...