cafeteria

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Como de Lunes a Sábado tenía que estar trabajando en la cafetería de la ciudad, me gustaba este trabajo, tiene un buen ambiente laboral y además tenía una buena relación con mis compañeros de trabajos, trabajo de mesera recibo un sueldo mensual y la propina es mía, la verdad el dinero no era mucho el que ganada pero era lo justo y necesario para poder ahorrar dinero o concederme algún capricho.

Cargué unas cajas en el trabajo y las lleve afuera para que pasará el camión de basura, son exactamente las 7:30 de la mañana, con Bill y Jenny estamos ordenando el local para poder abrir a las 8:00 AM, nuestros sábados eran los días más ajetreado para los 3 además la jornada laboral más larga que otros días, pero había una mayor recompensa de dinero.

--Todo listo es hora de abrir las puertas para los clientes.-- Me dio una sonrisa y camino hacia la puerta para abrirla.

Jenny es cajera, Bill y yo somos meseros, siempre hacíamos el mejor esfuerzo.

El también es Universitario, estudia con beca, pero con el dinero que gana quiere ayudar a su madre para poder hacer compras mensuales.

--Gab, amiga ahora mismo tengo una cita con el doctor, tu sabes ¿Puedes cubrir mi turno en la caja?-- Deje las cajas en su lugar y acepte tomar el turno de mi amiga, ella es madre soltera y debía llegar a su hijo con el pediatra de manera mensual así no era inusual que me lo pidiera.

Jenny tomo sus cosas y salio de la cafetería, tome su lugar y comenzó nuestro día de trabajo en preparar café en la mesa de muestra y atender la caja, mi amigo asear las mesas y atender sus pedidos. Dos horas y ya sentía que mi mente explotaría en cualquier momento no quería equivocarme en ningún pedido y menos de entregar el cambio de dinero a las personas ya que al terminar nuestra jornada, el gerente cuenta las ganancia del día y si encuentra faltas de dinero me descontaran, mejor dicho se lo harían a Jenny.

--¡Gab!-- Chasqueo sus dedos frente  a mi cara y llamo por mi nombre para atraer mi atención-- Concéntrate chica, tengo a un chico en la mesa de afuera, la numero 5, que me pide que le atiendas tu, ve, es guapo quizás te sale un cita, yo tomare la caja unos minutos.-- Asenti extrañada con la cabeza, tome el lápiz y la pequeña libreta para los pedidos y me encamine hacia afuera.

Busco con mi mirada rápidamente la mesa , para apresuradamente acercarme a la mesa y tomar el pedido, levanto mi mirada y para tomar el pedido del cliente y no creo lo que ven mis ojos, es Ian, sentado cómodamente en el pequeño sofá, vestido de manera formal con una camisa ajustada a su cuerpo y unos pantalones formales negro, con su cabello bien peinado hacia un lado de su cabeza, esa mirada que hace que mis piernas tiemblen estaban justo frente a mi.

--¿Me esta siguiendo?-- Pregunte arqueando una ceja, tenia intriga, ni siquiera tuve la capacidad de saludarlo, jamas en mis años de trabajo en esta cafetería me lo había encontrado.

--La verdad es que no, solo entre por un café y te vi en la caja así que hice cambio de planes decidí tomar asiento afuera, relajarme y disfrutar de tu presencia ahora mismo.--Hablo y esbozo una sonrisa.

Dios, ayúdame me desmayare en cualquier momento su sonrisa es la de un Ángel, ¿QUE? de que hablas Gabriela si quiera has visto un puto ángel en tu vida,  ay Dios perdóname por las groserías, pero dime que los Ángeles son como el ¿si?

--Entonces ya que ahora se que no eres un psicópata... Supongo. ¿Que pedirás?-- Hable lo mas normal posible para que no, notara mi nerviosismo.

--Tranquila Gabriela no soy de aquellos, casualidades de la vida que aun siguen sucediendo contigo ¿No crees?-- Lo observe atenta y cuando hablo de nuestros repetidos encuentros jamas planificados, me dejo pensativa, la verdad es que nunca lo vi de esa manera y menos que estableciéramos una conversación o relación de conocidos.-- Mmm bueno, solo quiero una café americano y unas donas para llevar, por favor.

--Bueno se lo traigo enseguida.-- anote su pedido en mi libreta y di media vuelta para preparar lo pedido.

Prepare el café en el dispensador y tome las donas de la mesita de muestra, me encamine devuelta a la mesa de Ian y entregarle su pedido.

--Todo listo su café americano y las donas, esta es su boleta y serian 8.50 centavos, que lo disfrute.-- Le entregue la bolsa con las donas y el café, rápidamente a penas lo sostuvo en sus manos le dio un sorbo.

--Gracias Gabriela, quédate con el cambio.-- Se puso de pie y me entrego el dinero para luego besarme la mejilla y susurrarme al oído un "te veo pronto"  apenas me despedí de lo nerviosa que me encontraba por sus dichos, como siempre Ian dejándome con las palabras en la boca. 

De camino a la cafetería para volver a tomar la caja, observe mi mano en la que tenia el dinero de Ian por haber comprado sus donas y el café y algo blanco como si fuera un papel se escondía detrás del billete, lo tome y era un servilleta doblada sutilmente por la mitad, lo abro por que quizás Ian lo entrego por error, pero al parecer no era ningún error era su numero telefónico acompañado de unas pequeñas palabras: Háblame pronto quiero saber mas sobre lo que piensas de mi sonrisa de Ángel ;) 

No puede ser necesito que la tierra me trague y me escupa en algún lugar donde nadie pueda encontrarme, no puede ser una vez mas Gabriela pensando en voz alta, ademas él, se hizo el desentendido que no escucho lo que dije. Después de esto no sé si me atreva escribirle.

Casualidades de la vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora